La trastienda de la tendencia

Samuel Armijo // @desdelabarrera

El aumento de pulsaciones en el vestuario del Real Jaén es notable en la última semana. Con siete de los últimos nueve puntos conseguidos y cinco jornadas sin conocer la derrota el equipo de Arsenal por fin entra en competición después de alargar demasiado su preparación veraniega.
El choque ante el UD San Pedro se puso cuesta abajo desde el saque inicial y en esta ocasión los blancos no se dejaron ir por la inercia del marcador y la extrema endeblez del rival más flojo que ha pasado esta campaña por La Victoria.
Arsenal apostó por meter velocidad y vértigo por fuera con Montiel y Lozano y colocar a Hoyos por delante de David Moreno en punta. A este último parece sentarle mejor el traje de único punta porque cada intervención suya es sinónimo de peligro de gol.
Sigue llamando la atención en este equipo que no quiera adueñarse de su destino y deje a los rivales salir fluidos con la pelota en La Victoria. Todos intuimos que presionando arriba al contrario hubiera regalado en forma de pelotazos largos todas sus opciones pero Arsenal no debe confiar en sus centrales para correr hacia atrás.
Y bien hace el técnico porque la linea defensiva sigue siendo la más floja sin duda del plantel. Luna se mostró más indeciso que Mous que intentó reconciliarse con el fútbol de manera amistosa y sin riesgos. Los laterales son enérgicos y tiran bien hacia arriba pero les falta contundencia atrás e imaginamos que aumentarían sus prestaciones con otros compañeros de baile en el centro de la zaga. La oferta de centrales para esta campaña es escasa y de dudosa calidad, lo que deja en un lugar espantoso a Presa que prescindió de Urri y Ramón para quedarse con Mous. Con tal defensa el Real Jaén tendrá muy complicado asaltar determinados que campos en un puesto que no parece el más dificil de cubrir en el mundo del fútbol.
La ocupación que sí es costosa de solventar es la de extremo y ahí el conjunto blanco tiene una mina. Montiel, el jugador más decisivo de la plantilla, siempre saca ventaja por derecha y Lozano se adueña del flanco izquiero siendo peligroso cada vez que la jugada pasa por él.
Sigue sin subirse al barco Julio de Dios que se antoja fundamental para esta idea. Adama y Lara hacen lo que deben incluso el de Costa de Marfil se incorpora con peligro al área rival en alguna ocasión pero necesitan un futbolista que siembre rosas en ese jardín. Pituli y Armero también son jugadores de buen pie y que vendrían muy bien para orquestar juego por dentro cuando las alas no tengan su día.
Las eternas dudas siguen con Juan Carlos, un jugador que quiere hacer más de lo que debe en los minutos que le concede el entrenador y que consigue justo el efecto contrario por no conjugar sencillez y eficacia en primera persona. Pekes sigue olvidado y en el vestuario ya se asientan los roles definitivos de la temporada. Moha, líder espiritual del club, hace piña, alienta a los grupos de animación y se convierte en portavoz en redes sociales.
Desde el club no se disimula, más bien todo lo contrario, la precariedad en la confección de la plantilla. A las palabras de Presa se le han unido esta semana las del presidente Ildefonso Ruíz que no tiene reparo alguno en afirmar que existen deficiencias en todas las lineas. La sensación es que no sólo se pretende apuntarlo sino recordar de manera permanente que la auditoría de este plantel es de Juan Arsenal. Ese escudo sigue viniendo muy bien a los actuales dirigentes que dudo fueran tan clarividentes si la plantilla fuera de cosecha propia.
De manera pública ya se ha dejado claro que el mercado está muy dificil y que entrar en puestos que den opción a Copa del Rey sería un objetivo real para esta campaña. Este próximo domingo el conjunto blanco visita al Atlético Malagueño con la intención de seguir proyectando esa tendencia de buenos resultados o, por contra, vivir otra pesadilla antes de Navidad.