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Rafa Lendínez “Cuando me retiré sabía que ese equipo acabaría ascendiendo”

Samuel Armijo // @desdelabarrera   

Rafael Lendinez Armenteros (Jaén, 1963) fue unos de los laterales derechos con más corazón de la historia del Real Jaén. Con toda una vida ligada al club, desde diferentes responsabilidades, reniega de los jugadores que no se dejan la vida en el campo y aún llora su vuelta de honor a Mendizorroza. De la vieja Victoria dice que era un campo que se oía mucho y las ocasiones que se marchó de Jaén lo hizo lo más lejos posible para disfrazar su dolor. El perseguido ascenso a Segunda lo encontró desde el palco, un logro que, sin duda, dejó muchos cadáveres en el camino. Del fútbol tiene que decidir gente de fútbol y añora el respeto por la camiseta de antaño. Que se partió la cara por el RJ a nadie le es indiferente y decidió en un autobús el fichaje de Braojos, al cual le propuso la alineación de Paco Jurado antes de que el Real Betis salvara su historia en la despedida del viejo campo. De sus últimas etapas en el club prefiere no acordarse y a cualquiera se le parte el alma viéndole asomar a los hombros de Vicente Herrero una tarde de play off del 95. Porque las lágrimas no engañan, un café sin filtros desdelabarrera para Rafa Lendínez.


Samuel Armijo   La entrevista    -Rafael, tu época coincide con el nacimiento de una gran generación.

Sí, yo vivía en el barrio de Peñamefecit y jugábamos en la calle. Los coches no pasaban con tanta frecuencia así que era más fácil buscar otros niños y montar un partido donde fuera. Mi primer equipo federado fue el Cortizo, con grandes compañeros, teníamos muy buen conjunto. Después me fui al Recreativo Jaén con Chucho de entrenador y Barrús de presidente, era como un filial del Real Jaén y al año siguiente sí me voy al juvenil donde ascendemos con Antoñete a División Nacional. En esa plantilla estaba González, Cortés, Pimi, Contreras, Juanjo, Gallego…el último partido subimos frente al filial del Betis.

Antoñete me iba a llevar a Jamilena pero antes de empezar la temporada Pedrito, entrenador del RJ, dijo que de eso nada y me quedo en la primera plantilla. Ese verano del 81 hicimos una gira por Cataluña, jugamos muchos amistosos y yo jugaba de interior derecho. Pepe Bermúdez era el segundo entrenador, los entrenamientos eran muy intensos, íbamos de verdad y tuve la mala fortuna que en un balón dividido “me cargué” a Leles. En realidad siempre me lo ha agradecido porque por esa lesión se preparó las oposiciones (Risas).



-Después Carmelo Cedrún como entrenador.

Cedrún empieza la temporada 82-83, hicieron otro equipazo para 2B. Julián de portero, Santomé, Garay, Manolillo…Carmelo le pegaba a la pelota como nadie, tenía a los porteros aburridos, a los pocos meses, en un descanso, bajó Amadeo Pérez y le dijo que se fuera y trajeron a Lalo, un “personaje”…En Talavera me estaba dando un masaje Murgado y le dijo “anda, quítate” y cogió alcohol alcanforado y me dio el masaje él mismo. Lo veías haciendo flexiones y estiramientos él sólo en el Parque. Recuerdo ese febrero que nevó en Jaén como nunca, pues nos sacó del campo y nos dijo “poneros la zapatillas que vamos a jugar a baloncesto en la pista” ¡nos dimos unas leches con la nieve!

La temporada siguiente tengo que hacer el servicio militar y me derivan a Caballería en Vaciacostales con la desgracia que ahí había poco escaqueo. Salía a las seis, entrenaba una hora solo y a las siete con el equipo. Por la noche guardia, siempre cansado así que me voy a Martos. Cuando acaba la campaña quedo libre y me voy con Corral a Gerona. Las veces que me marché lo hice siempre lejos de Jaén. Hicimos buen año, querían que renováramos pero tenía intención de irme a Granada. Me luxé el hombro y se fastidió el plan. Lucena me dijo “vente conmigo a Villanueva”, yo le dije “pero ¿quién va?” Iba Leles, Viedma, Súper Paco de Linares…hicimos un año impresionante, jugamos Copa frente al Málaga y cuando terminamos me volví a Jaén de la mano de Lucena.

-Lucena empieza pero llega Tartilán.

¡Otro fenómeno! Pero perdimos muchos puntos al principio. La temporada siguiente sí hicieron un equipo que estuvo primero toda la campaña. Estábamos tan seguros que sabíamos que no perdíamos en ningún sitio. El Estepona no fallaba y no podíamos ceder y, ¡por cierto!, que no te confunda Ramón, el último partido lo ganamos en Villanueva y el que marca es Escribano (Risas). Ellos si perdían descendían y había un ambiente de partido grande. El último choque lo jugamos en Roquetas, ya ascendidos, íbamos 0-2 y nos remontaron 3-2. Es la primera vez que veo a un árbitro salir a hombros por la afición local, así que imagínate. En ese partido estaba viéndonos Tolo porque iba a ser nuestro entrenador la temporada siguiente.

-Y Tolo marca vuestras vidas.

Totalmente, creó una familia, éramos incapaces de traicionarnos unos a otros. Un verano estábamos entrenando por el campo y vimos un río pero que el agua llegaba por el tobillo y nos dice “yo me tiro” y le decimos “pero ¿cómo te vas a tirar?” pues se tiró y se hizo la cabeza polvo, con sangre y nos dice “he ido a darme con la única pierda que había” (Risas) Era como en Fuenteovejuna, todos a una pero yo no tenía mucha sintonía con Cortizo y me voy al Nástic (88-89) pero vuelvo con Juan León e Higinio de secretario técnico, hicimos un equipo digno pero bajamos. Recuerdo un partido en casa contra el Sevilla Atlético, Prieto se puso a provocarnos y de camino a los vestuarios nos liamos. Nevado González nos expulsó y nos sancionaron 3 o 4 partidos. Lo que quedaba se jugó en Alcalá de Guadaira once contra siete. Ese partido fue un poco el resumen de nuestro año. Destituyen a Tartilán y traen a Manzano, bajamos en Tomelloso (1-5) y en la 90-91 mantienen la base y Emilio Rodríguez trae a gente de Madrid. Esa fase de ascenso hacemos 11 puntos de 12.

-Y vuelve Tolo.

Ese fue uno de nuestros mejores equipos, yo creo que aquí se empieza a gestar el Real Jaén de las liguillas posteriores. Ahí veo a los dos equipos que más me han sorprendido, el Albacete de Benito Floro y el Badajoz con Izquierdo jugando allí. En Badajoz empezamos 0-1 con una vaselina de Chumi y nos dieron un meneo…que nos desarbolaron 4-1.

 Después viene el “fenómeno de los fenómenos”, Crispi. Con este sí que tenías una diaria. Le dijeron que el agua fría venía bien para después de entrenar. Bueno, si nos ves en Segovia en un estanque delante de gente todos congelados y pegándonos voces si nos salíamos…Nos mandaba a correr por el bosque y si te parabas un momento lo veías salir de una mata (Risas)

Una noche, en la concentración, me salí al balcón y al lado estaba él con Anquela, segundo entrenador, y Valentín, también del cuerpo técnico. Pues Crispi le dice “a ver Valentín mañana que vamos a trabajar” y le contesta “velocidad de reacción”. “¿Velocidad de reacción, eso que es?” y Valentín le dijo que ante un estímulo como una palmada, el jugador tenía que salir corriendo. Crispi le dice “eso no es, velocidad de reacción es preparados, listos, ya” (Risas) Así todos los días.

Esa época fue la de Copa, el 30 de diciembre eliminamos al Logroñés y en Villareal falló Avelino y mira que era un porterazo pero ya no pudimos y perdimos 2-0. Se nos quedó mal sabor de boca porque generamos mucha ilusión pero en fase de ascenso Crispi fue muy conservador, en Vitoria nos faltó sacar el autobús. Eso sí, cogimos fama de equipo fuerte.

-Se acerca tu retirada.

La 93-94 es la enésima vuelta de Tolo y la temporada siguiente, con el Alavés ya ascendido, juego mi último partido y los ultras la liaron prendieron fuego con bengalas. Yo le dije al árbitro que jugáramos pero la afición pensó que estaba diciendo que nos íbamos y me dijeron de todo. Cuando acabó el partido Vicente Herrero me cogió a hombros y me dio la vuelta al campo (la conversación se para durante diez minutos por la emoción al recordarlo)

Era como si te despides de tus hermanos que no los verás en años. Yo sabía que ese equipo ascendería antes o después y no estaría en el campo.

-(Mientras Kike Bonoso se levanta a por una botella de agua tengo que ir a otra cosa para que pueda seguir hablando) Pero, ¿tú pensabas tener la carrera que tuviste?

Yo ni siquiera pensé en que sería futbolista y, de hecho, cuando me retiro lo hago porque me ofrecen ser gerente la siguiente campaña y podría haber jugado en algún equipo y compaginarlo pero yo no podía hacerle eso al RJ, era como clavarle un puñal.

-Después si celebras el ansiado ascenso pero desde el despacho.

Sí, no es igual pero lo conseguimos. Como te decía, yo sabía que ese equipo ascendería. La 95-96 hacemos mala liguilla y en la 96-97 Tolo nos dice que en Noviembre se va. No le pusimos impedimento, no éramos capaces de exigirle nada y estaba ante una oportunidad. Firmamos el contrato de televisión, traemos la dupla Kiko- Anquela y ascendemos.

Luego, en el 2000, tuvimos el otro ascenso en Ourense y nos fuimos a cenar al mismo sitio donde temporadas antes comimos jugando sin opciones, recuerdo que vimos el Francia- España donde Raúl falla el penalti. En el autobús hacia Jaén ya pensamos en traer a Braojos.

-Con Braojos bien pero se empeñó en no poner a Paco Jurado.

Estuvimos trece jornadas sin ganar y hablamos con él y le dijimos que si había pensado en poner a Jurado que nos lo pidió él del Sporting. Fue ponerlo y estuvimos otros tantos partidos ganando.

-Alguna vez ha contado Hidalgo que el día del Betis se hartó de él.

Pues puede ser. Yo de ese partido de lo que me acuerdo es de que destrozaron los asientos y el césped y de José Manuel Soto y algún sevillano más criticándonos porque los pusimos al sol. El campo era el que era, ¿qué querían?

De paso se fastidió el Atlético, club de buen recuerdo porque Gil cuando ganaron el doblete nos dijo “¿queréis una corrida de toros?” le dijimos que eso no y dijo “pues va mi equipo a jugar allí y con todos los titulares” y vinieron con todos y sin cobrar nada.

-También vives la reconversión a SAD.
 
Sí, donde el Ayuntamiento se hace accionista mayoritario. Se van Kike y Torres y nos traen a Biscayzacú, en fin…

Vicente y yo llevamos a Elche la renuncia de Francisco y lo traemos. Era muy honrado y nos dejó fuera del descenso pero la gente la tomó con él. Después vino Gil Vázquez y no le importaba nada la gente, ahí acabó mi etapa.

-Después vuelves...

Sí, pero todo esto (coge mis papeles donde me cuenta su etapa de jugador) es sentimiento, de lo otro prefiero no hablar. A la hora de hablar todos somos DEL Real Jaén pero luego no todos somos EL Real Jaén.

-Rafa, echando cuentas has estado toda la vida ahí.

Muchos años, por eso me duele y me duele aún más si un equipo es mejor que otro y tenemos los mismos h….. no te puede ganar o al menos, si pierdes, mátate en el campo porque esa era mi profesión. Ahora los jugadores de todos los equipos son muy diferentes. Pedrito llegaba y decía “usted, córtese el pelo y póngase un pantalón de vestir, representa una ciudad”. Ahora no quiero saber nada, soy abonado y he ido a medio partido con el Antequera (paramos de nuevo)

Es que me duele Samuel.  No veo claro donde camina el club, no conozco el fundamento de la ampliación de capital, seguimos embargados por todos lados. No se puede hablar que una Virgen te ha dicho que compres el seis y te toque, doy credibilidad cero a esta gente. 

Desde que pita el árbitro en Socuéllamos se tiene que hacer un proyecto para ser primero, nada más.

-Sí, pero para eso hace falta talento para fichar y dinero.

Hace falta hacer las cosas bien y que no se meta quien no sabe.

-Ahora tenemos el Mundial, espacio de desahogo con nuestra España.

Vamos a ir a ganar porque nos quitamos el complejo de los cuartos. Ahora tenemos gente que gana finales y estos partidos son habituales para ellos, yo creo que ganamos.

-Así sea. Gracias Rafael.

Siempre a ti, Samuel.

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