La lógica del juego
Samuel Armijo // @desdelabarrera
La eliminatoria entre el Linares Deportivo y el Real Jaén encerró todas las disposiciones inusuales dentro de un partido de fútbol. El favorito, claro favorito, era el equipo de Arsenal que llegaba a la fase de ascenso con los ánimos por los aires y con la disponibilidad de una plantilla a la que no le falta detalle.
Mecanismos desde temporadas atrás, automatismos memorizados, seguridad defensiva y pichichi del grupo. Todo el tiempo del mundo para preparar esta fase y el respaldo de una afición que otorgaba inmunidad por aplastante equidad.
El Real Jaén se encontraba en el lado opuesto del río. Tres entrenadores, impagos a jugadores y una alineación inédita y sorpréndete.
El método Arsenal
Leo críticas feroces hacia lo dispuesto por el técnico azulillo el pasado sábado. Siempre fui de los que pensé que la alineación se analiza antes de que empiece el partido, el planteamiento durante y no dejar todos los razonamientos al ver los números en el marcador. Eso, además de injusto, parece pobre. No se puede elevar al altar mayor al entrenador manchego por el resultado de La Victoria y hundirlo el sábado siendo patrones del mismo sastre.
Por otro lado, Jaime Pérez desafió todas las leyes de la lógica en el fútbol. En el once jugaron tres centrales, Ramón de lateral derecho casi inédito en la temporada, Branco con apenas unos meses en Jaén y Adolfo sin minutos todo el año. En la izquierda Ocaña era fijísimo y sólo Pérez conocerá si el lateral arrastraba molestias que le impidieran ser de la partida. Queda una defensa pues en la que jamás se hubiera pensado para un partido de ascenso. Verdú parecía otro de los fijos y Emaná llegó a Jaén, pensábamos, para este partido. Ninguno de ellos fue titular. Convencido estoy que de perder este choque el bueno de Pérez hubiera tenido difícil explicación para los Medios y la afición.
Y el caso es que se impuso a Arsenal en algo impensable en un equipo como este Linares: intensidad, segundas jugadas y balones rechazados. La exposición por dentro de los centrales mineros la aprovechó el técnico blanco partiendo el corazón del armazón linarense . El cazador cazado.
El sudor y las RRSS
Las horas posteriores al partido las redes sociales se inundaron de mensajes reprochando a los jugadores azulillos no haber sudado la camiseta. Algo a lo que estamos acostumbrados a echar mano cuando el juego no se estira lo necesario. Resulta que esos jugadores que golearon en La Victoria ahora no querían ganar. Sorprende que profesionales de este juego se adhieran a esa idea que pone a los pies de los caballos a compañeros. Tampoco ayuda mucho que los propios personajes pidan perdón, jamás entenderé que soliciten clemencia cuando han dado todo en el campo. Si ponen todo no hay que pedir perdón a no ser que la cabeza esté en otro sitio, algo impensable de profesionales así.
En lo que sí comulgo con la opinión pública es en la excesiva exposición en la redes de la plantilla azulilla. No he leído estos días ningún mensaje fuera de tono pero no hace falta sacar demasiado el pecho para que te lo hundan hasta el centro de la Tierra y en el fútbol se demuestra una vez más que menos siempre es más.
Decía Curro Romero "en la vida hay que hablar 'mu' poquito". Eso.
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