El pase prestado
Samuel Armijo // @desdelabarrera
Los centrocampistas proyectan el juego en una invisible línea que trasciende a los tiempos para poner muecas en el carnet de abonado ya que en el centro del campo se conquistan los estadios porque el pase lo paraliza todo.
Los volantes prestan sus servicios unos años a su club en lo más íntimo que tiene un futbolista, su talento y el talento de los mediocampistas reside en el pase. Sólo los entrenadores vacíos, plantillas raquíticas o campos imposibles desprecian la media mandando balones al cielo desde la defensa.
Cuando el Real Jaén comenzó su última etapa en 3ªD firmó a Cervera y Rivera para sostener al equipo. Con este último fuera del plantel y Cervera lesionado el conjunto de García Tébar se fue a la fase de ascenso con Ezequiel y Pico en el doble pivote. Eso y Socuéllamos dejaron en la cuenta la esperanza de la gabardina.
El juego y la vida reciente del RJ cambiaron con la vuelta de Espinosa. Como cada regreso de un ex su llegada estuvo envuelta en polémica y pocas bienvenidas. Hasta que se puso a jugar. Con las calcetas medio caídas su tremenda capacidad para entender el juego mantiene con vida la jerarquía y entidad del club del 22.
Justo después de la derrota en casa frente a El Ferrol Juanma vino a Onda Cero. Antes de comenzar comentábamos la jugada del empate donde él había perdido una pelota que mandaba hacia atrás y decía lamentándose "¡es que ese no tenía que estar ahí!". El control espacial de un buen centrocampista lleva al límite los movimientos del resto de fichas repartidas en el tablero. Verdú y Gabri acompañan al de Arbuniel. Si algo ha tenido bueno este año el RJ ha sido el centro del campo, eso y portería. Gabri probaba mi café y reconocía la inteligencia y solidaridad como claves de un buen jugador en su puesto. El oficio de mediocentro juega un partido dentro otro partido.
Cuando todo tu equipo y tu estadio miran hacia arriba ante la ilusionante opción de anotar un gol, tú sólo piensas en acudir a tapar a tu lateral generándose un ejercicio de responsabilidad, tozudez y satisfacción que sólo comprenden los nacidos del 8 para abajo. Eso y el pase.
Alberto González, primer técnico en la presente temporada, tenía una idea a principio de campaña. Monti de 5 con Juanma y Fran de volantes pero la irrupción de Marcelo hizo saltar por los aires cualquier previsión y provocó la modificación del dibujo. Un centrocampista tiene el poder de cambiar un equipo.
En el Linares Rodri maneja el timón de Santana y junto a Lara y Cervera mantienen viva la ilusión de un proyecto que lideraba sobrado en la tabla. Es la mejor prueba de que un centro del campo poderoso es sinónimo de un equipo curtido. Arsenal decía hace poco "dime que centrocampistas tienes y te diré a qué juega tu equipo".
Inteligencia y sacrificio
El gran éxito del futbol moderno, y de un entrenador como Ancelotti en concreto por ejemplo, es convencer a medias puntas a trabajar y jugar un pasito por detrás. Véase kroos, Modric, Di María, Isco hablando del propio Carletto. Un buen jugador puede llegar a trabajar pero un jugador que sólo sepa trabajar nunca podrá ser un excelente jugador.
Si hay alguien que ha elevado el pase a la altura del gol ha sido Guti. Yo siempre defendí la idea de un jugador que daba dos pelotas de gol por partido aun asumiendo sus carencias defensivas. Un futbolista con ojos en la nuca y al que el público exigía que los usara siempre.
Xavi o Iniesta en el Barça acuñaron otro tipo de pase que no era imposible pero cuya manera de gestarlo sí se hacía indetectable por completo. Te hipnotizaban y atraían con la pelota para clavarte después la estaca en el corazón.
Las tendencias disciplinadas también ayudan con el paso de los años a seguir aportando. Vicente, en un caso cercano en Torredonjimeno, jugó como pivote y ahora es central como tantos otros grandes por ese carácter táctico contraído desde la cuna. Hierro, Matthäus, Caminero, Gallego…
El pase mueve al equipo
Decía Gustavo Barros Schelotto, hermano y asistente de Guillermo en Boca, que un pase define un partido y un partido puede definir un campeonato. Los extremos tienden a desaparecer y en consecuencia los nueves puros por los sistemas que juegan a pierna cambiada. También se perdieron los líberos y centrales que sólo atendían a defender su puerta. De igual manera se perdieron los porteros que se ponían los guantes antes de abrocharse las botas pero los pivotes y volantes firman patente para otros 100 años más de fútbol. Mediocampistas gracias por cedernos por un tiempo vuestro mayor tesoro, el pase. Lo siento por el resto pero el fútbol y el juego es suyo.
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