Nono González "y soltó alguna de las perlas que aún retumban en la cabeza de los que fuimos"
Nono González // @garru_82 Rara es la temporada en la que no hay sobresaltos en el Real Jaén y esta no podía ser menos. La finalización del partido del Algeciras hacía presagiar lo que podría ser la temporada siguiente. A primeros de julio, se hizo la famosa mesa de la afición y nunca mejor dicho lo de la mesa...
Asistió Andrés Rodríguez y soltó alguna de las perlas que aún retumban en la cabeza de los que fuimos: "El Real Jaén soy yo" o "No me voy a ir nunca". Frases contundentes que, a día de hoy, son la realidad del club. A mitad de julio, saltaba la sorpresa y Tomás Membrado dejaba el Real Jaén sin darle cuentas a nadie. Vende el 59% del 63% de acciones que tenía a su consejero delegado, Andrés Rodríguez, fiel trabajador del club al que nunca le importó echarse las culpas, con tal de no manchar el apellido Membrado.
Andrés es el hombre multiusos del club: lo mismo hace de director deportivo, de jardinero, de jefe de prensa o de presidente...(lo que por suerte no hace es jugar a ser entrenador).
Uno de los aciertos como presidente, por no decir el único, ha sido fichar a Alberto González, gran entrenador que está haciendo mucho con muy poco. Lo que llevamos de temporada había transcurrido entre los que estaban a favor de Andrés y los que estaban en contra, hasta que llegaba enero y a dos días del partido ante el Motril, Andrés despide a los tres futbolistas con más calidad de la plantilla. En ese mismo partido, la afición que antes había estado dividida, deja patente su malestar con sonoras pitadas y abucheos durante todo el partido hacia el palco.
Todo esto lo único que hace es restar ante el gravísimo problema de liquidación del club y para el cual se ha diseñado una desastrosa "ampliación de capital". Es más, con la venta de pulseras y sorteos está sacando más dinero la afición que el propio club. Que no se le olvide a nadie que las aficiones ponen y quitan presidentes o en el caso del Real Jaén, máximos accionistas. La afición tiene que remar en el mismo sentido y juntos conseguiremos devolver al Real Jaén donde se merece. El Real Jaén siempre estará por encima de las directivas.
Asistió Andrés Rodríguez y soltó alguna de las perlas que aún retumban en la cabeza de los que fuimos: "El Real Jaén soy yo" o "No me voy a ir nunca". Frases contundentes que, a día de hoy, son la realidad del club. A mitad de julio, saltaba la sorpresa y Tomás Membrado dejaba el Real Jaén sin darle cuentas a nadie. Vende el 59% del 63% de acciones que tenía a su consejero delegado, Andrés Rodríguez, fiel trabajador del club al que nunca le importó echarse las culpas, con tal de no manchar el apellido Membrado.
Andrés es el hombre multiusos del club: lo mismo hace de director deportivo, de jardinero, de jefe de prensa o de presidente...(lo que por suerte no hace es jugar a ser entrenador).
Uno de los aciertos como presidente, por no decir el único, ha sido fichar a Alberto González, gran entrenador que está haciendo mucho con muy poco. Lo que llevamos de temporada había transcurrido entre los que estaban a favor de Andrés y los que estaban en contra, hasta que llegaba enero y a dos días del partido ante el Motril, Andrés despide a los tres futbolistas con más calidad de la plantilla. En ese mismo partido, la afición que antes había estado dividida, deja patente su malestar con sonoras pitadas y abucheos durante todo el partido hacia el palco.
Todo esto lo único que hace es restar ante el gravísimo problema de liquidación del club y para el cual se ha diseñado una desastrosa "ampliación de capital". Es más, con la venta de pulseras y sorteos está sacando más dinero la afición que el propio club. Que no se le olvide a nadie que las aficiones ponen y quitan presidentes o en el caso del Real Jaén, máximos accionistas. La afición tiene que remar en el mismo sentido y juntos conseguiremos devolver al Real Jaén donde se merece. El Real Jaén siempre estará por encima de las directivas.
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