"Me quedo con todos los partidos en Primera pero meterle seis al Madrid..."
Samuel Armijo // @desdelabarrera Antonio Cruz Cruz (Jaén, 1959) fue el 9 del Málaga en la máxima categoría del fútbol nacional. Siempre será recordado por ser el hombre que hizo el gol 600 en Primera y por el set que le plantó al Real Madrid. Delantero centro, reconvirtió su extremo zurdo para que se le cayeran goles de los bolsillos en todas las categorías. Junto al "enano", como llama a su "hermano" Anquela, despuntó en un pequeño club de Jaén con nombre de cerveza y costumbres sacerdotales. Se enfrentó a Maradona, le impresionó la táctica de Clemente y volvería al Camp Nou por gigante aunque también por algo de querencia. Ahora la limpieza marca su vida, como limpio tiene el recuerdo en su decepción más grande con la camiseta de la UD Salamanca. "Toto" se toma un café en Primera división, pero ahora, desdebarrera.
-Samuel Armijo La entrevista Antonio, lo de Toto ¿le viene de niño o por el fútbol?
-Samuel Armijo La entrevista Antonio, lo de Toto ¿le viene de niño o por el fútbol?
Me lo puso mi familia, es un nombre cariñoso dentro de una casa humilde como la mía. En el colegio de Peñamefécit practicaba muchos deportes, baloncesto, tenis...pero elegí el fútbol porque era lo que más me gustaba. Allí comencé a jugar pero pronto me tuve que decantar por otro equipo en 1972 porque íbamos a competir en el mismo torneo. Se trataba del Skol OJE y me fuí allí porque estaban todos mis amigos, Anquela, Miguelín...El equipo lo llevaba Eduardo Becerra, que era maestro, y representaban al Hogar juvenil. Entrenábamos en el Seminario y participamos en un torneo sindical siendo campeones de Andalucía y participando en el campeonato de España donde ganó el Real Madrid. En nuestro grupo estaba el Racing de Santander, la Cultural y el Laurel de Tenerife. Imagínate para nosotros, siendo infantiles, ir representando a Jaén con nuestras equipaciones. Fuimos el equipo provincial que más lejos llegó en infantiles.
-Y de ahí pasa al Real Jaén.
Sí, a los juveniles. Estoy dos temporadas. Antes no había tantas categorías inferiores y el primer año me separo de todos mis amigos porque cumplía los años después, jugando poco. Al año siguiente me reencuentro con ellos y ya sí formo parte del equipo con normalidad. La temporada siguiente me convocan en las últimas jornadas con el primer equipo y debuto en El Molinón en Segunda División. Después...
-Pero, ¿cómo que después? ¿debuta en Segunda y no me piensa contar cómo fue?
(Risas) Bueno, jugué sólo 45 minutos frente al Sporting, la última jornada y ganamos 0-2 con goles de Pepe y Ángel. Esas vivencias no las imaginaba porque no piensas en que vas a ser profesional y vivir de esto. Creo que la ilusión estaba por encima de la memoria ese día.
-¿Es cierto que ese equipo era tan bueno?
Y tan cierto. Quedamos cuartos y las circuntáncias no quisieron que ese RJ estuviera más arriba. Siempre hubo comentarios de compañeros...pero, lo cierto, es que ese equipo ahí quedó.
Como te decía, después de debutar en Segunda, me ceden al Carolinense. Estábamos comiendo en La Perdiz y mi equipo se vino a Jaén porque jugaba contra el Murcia pero yo me quedé allí. Me recogió el presidente y me levó al vestuario, me presentó a los compañeros y el entrenador, Calvo Marini, me sacó a jugar. Venía el Marbella, ganamos 4-0 y yo metí tres. Ese año quedé máximo goleador de la plantilla, en realidad, siempre fuí el que más goles marcó de todos mis equipos. Fue mi primera temporada de profesional de verdad, a los cinco partidos Marini se fue al Jaén y llegó Paco Hurtado, un monstruo, me quería mucho. Era muy bético y le ganamos al Betis Deportivo en Sevilla, al martes siguiente, en la puerta del entreno nos dice "seguíd mi 127" y nos llevó a comer. Llegó a la barra y dijo "yo un whisky y estos lo que quieran" y allí estuvimos hasta las tantas y todo porque le habíamos ganado a "su Betis" y todo el mundo hablaba de él allí. Era muy buen amigo de todos, cenábamos todos los jueves y sabía crear un ambiente bueno de trabajo. Un día llegamos a Motril y me dice "tú no juegas hoy, tu te quedas sentado hoy a mi lado". Puso a Manolo Martínez, que en paz descanse, en punta siendo medio. Le dieron una...y cuando acaba el partido, Hurtado se acerca a mí y me dice "¿ves por lo que no te ponía? Quedamos séptimos dentro de un grupo muy fuerte, todavía recuerdo el once: Oya, Parra, Néstor, Berguizo, Muela, Javier, Coco, Castillo, Roldán, Canalejo y yo.
-Pero sus comienzos no fueron en punta ¿no?
No. Yo jugaba de extremo izquierdo pero, un día estando en el juvenil, venía el Fray Albino de Córdoba, se lesionó el delantero y Antoñete me puso ahí. Ganamos 7-0 y marqué los siete.
-Después de La Carolina otra cesión al Iliturgi.
Sí. Esta temporada no quería más cesiones, quería quedarme en Jaén y, la verdad, que no estuve a gusto. El entrenador era Manolo de la Torre, que venía del Mérida al cual le había marcado antes, y me tenía muchas esperanzas. Por eso me seguía poniendo, me tiraba la camiseta y me decía "sal y haz lo que quieras" pero a mitad de temporada regresé y ya sí me quedé en Jaén hasta 1982.
-¿Cómo recuerda su etapa en el equipo de su ciudad?
Pues con una ilusión tremenda porque, ahora sí, me veía que podría vivir de esto y encima en el equipo de tu casa, donde nos volvemos a reencontrar muchos amigos del Skol. Conseguí ser el máximo goleador de Andalucía oriental y le guardo mucho cariño a esta época.
-Y viene el gran movimiento de su vida. Cambia la Segunda B por el Málaga de Primera.
Yo creo que me fichan por la regularidad de mis actuaciones. Cada categoría es diferente pero, la verdad, es que me adapto bien porque creo que tengo calidad para hacerlo. También cuajo muy bien en el vestuario, en la ciudad...
-Sin antes hacerle un gran favor al RJ porque quedaba libre y acuerda un traspaso.
Bueno, como dices, yo quedaba libre y López Carmona me dijo "vamos a firmar lo que sea para que el club se lleve algo" y así fue, incluso vinimos al Trofeo del Olivo al año siguiente.
-Y en Primera hay un partido que sobresale al resto.
Te diría que todos los partidos que jugué en Primera división fueron especiales pero, es cierto que, el partido que ganamos 6-2 al Real Madrid fue especial, primero, porque marqué dos goles y, después, porque no creo que se vuelva a repetir.
-A pesar de no haber transformado demasiados en Primera (17 goles entre Liga y Copa) los elegió muy bien.
(Risas) Es verdad que parece que elegí muy bien a quién hacérselos. Recuerdo un golazo que marqué en Vigo, fue mi mejor gol, la controlé con el pecho y le pegué sin dejarla caer o uno frente al Rácing de Santander que me fuí de medio equipo. En Primera todos los campos son muy complicados, el que más me impresionó fue el Camp Nou, y equipos buenísimos. El Zaragoza, por ejemplo, fue el equipo que mejor fútbol hacía con mucha diferencia. En Málaga iban 0-4 en veinte minutos y Salva, su central, el jugador que mejor me marcó y ¡sin darme una patada! cosas bastante rara en la época. Otro equipo competitivo era el Athletic, Clemente innovó porque fue el primero en jugar en línea, es decir, el central y el libre jugaban en paralelo y quedábamos en fuera de juego doscientas veces si no trabajabas durante la semana. La última campaña descendimos, además, de una manera algo traumática porque el Real Madrid perdió 0-1 frente al Hércules y eso nos descendió. Quién iba a esperar que el Madrid perdiera en su casa pero, como en tantas ocasiones, se escucharon muchas cosas...
-Y siendo un jugador de élite, vendría a Jaén y lo verían con admiración.
Siempre que podía venía y me reunía con mi gente. Veía al equipo si no coincidía con mi partido y no me despegué de Jaén. Siempre me mostró su cariño, como Málaga, que es mi segunda ciudad.
-Deja Málaga y precisamente recala en el Hércules.
También en Primera, pero a mitad de temporada me fuí a Salamanca a Segunda B y creo que me equivoqué. Allí me llevo la desilusión más grande de mi carrera. Nos valía el empate la última jornada en casa frente al Burgos para subir a Segunda y perdimos en la última jugada.
-Y en Córdoba se reencuentra con su amigo.
¡Otra vez! Firmé allí y les dije que ficharan a Anquela. Nuestras vidas parecen estar unidas. Ya en el Hércules, él jugaba en el Elche y estábamos juntos todo el día, fíjate las casualidades que en un partido Málaga- Elche, empatamos a uno y marcamos los dos. Desde luego que siempre tuve un destino bastante particular. Debuté, en un amistoso en el RJ frente al Almería y de forma oficial frente al Sporting, como te he dicho. Bueno, pues en Málaga debuté en un amistoso frente al Amería y de forma oficial contra el Sporting de Gijón.
Y en Córdoba fue decepcionante, había mucho dinero pero me lesioné de ligamento con un compañero, Puntas, en la pretemporada y en el primer partido que vuelvo frente al Linares en casa, salgo de suplente, marco y en la jugada siguiente me rompo todo. Ahí acabó mi vida de futbolista.
-Y ¡con sólo 29 años! ¿Se adaptó bien?
Me volví a Jaén, me tomé un año sabático e intenté que todos los míos supieran que ya estaba por aquí. En 1990 entré como comercial en una empresa de limpieza y ahora, después de algunas reestructuraciones, es mía y ahí sigo.
-¿Si le pregunto si sigue al equipo ahora me dirá que no?
No lo sigo, ¿por qué lo dices?
-Últimamente raro es el personaje que me dice que sí.
Yo estoy muy desencantado, malas planificaciones...y si te digo la verdad he bajado tantas veces y no me ha gustado lo que he visto...
-Y para colmo su Málaga huele a Segunda.
Eso es otra. Me enfado porque quiero mucho a esa ciudad y ojalá, tanto Real Jaén como Málaga CF estén mejor.
-Gracias "Toto".
A ti, Samuel.
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