“Deseo un feliz 2018 a la afición del Real Jaén”
Samuel Armijo // @desdelabarrera
Manuel Quesada Molina (Jaén, 1951) es actualmente vicepresidente del Real Jaén CF pero su aportación como aficionado es enriquecedora desde la década de los sesenta. Por su apariencia nadie diría que fue gordito de pequeño y, según él, mal estudiante aunque obtuviera plaza opositora en la banca. Sin duda un hombre hecho a sí mismo forjado en grandes cambios durante su trayectoria profesional. Hijo de agricultores, padre orgulloso y abuelo con la extra de Navidad, oferta la insistencia y ambición como recetas del éxito en la vida. Desde los micrófonos de Vieja Victoria sufrió la decadencia más tenebrosa de su equipo y cree que los blancos fueron ascensores permanentes por carencia de proyectos serios. Aunque su caballo fuera de cartón no comulga con las casualidades y temió en una mirada por la desaparición del club. Manuel Quesada se toma un café…y una copa de cava en Berges 21 brindando por un próspero año. Así sea.
Manuel Quesada Molina (Jaén, 1951) es actualmente vicepresidente del Real Jaén CF pero su aportación como aficionado es enriquecedora desde la década de los sesenta. Por su apariencia nadie diría que fue gordito de pequeño y, según él, mal estudiante aunque obtuviera plaza opositora en la banca. Sin duda un hombre hecho a sí mismo forjado en grandes cambios durante su trayectoria profesional. Hijo de agricultores, padre orgulloso y abuelo con la extra de Navidad, oferta la insistencia y ambición como recetas del éxito en la vida. Desde los micrófonos de Vieja Victoria sufrió la decadencia más tenebrosa de su equipo y cree que los blancos fueron ascensores permanentes por carencia de proyectos serios. Aunque su caballo fuera de cartón no comulga con las casualidades y temió en una mirada por la desaparición del club. Manuel Quesada se toma un café…y una copa de cava en Berges 21 brindando por un próspero año. Así sea.
Samuel Armijo. Hoy me interesa Manuel Quesada, no el vicepresidente del Real Jaén CF.
Me parece bien.
¿Cómo recuerda su infancia?
Veníamos de la posguerra de una España destruida, mi familia era de agricultores y yo era hijo único y lo cierto es que nunca lo pasamos mal, tuve una infancia plácida entre Jaén y La Guardia. Mi padre me tuvo con 45 años, fue un buen hombre, sólo se puso malo una vez un mes antes de morir. Me crié muy gordito hasta los 18 años que empecé con el deporte.
¿Sí?
Aunque no te lo creas.
¿Y sufría a sus compañeros de colegio por entonces?
Pues la verdad es que sí, algunos niños suelen ser muy crueles y siempre te afecta, claro.
Ahora llegan los Reyes Magos y pensará en sus nietos, a usted ¿qué le traían?
En esa época trabajábamos mucho la imaginación, nos hacíamos un juguete con un hierro y una cuerda y a casi todos nos traían un caballo de cartón, lo típico de esos años. Yo siempre fui un niño despierto y abierto, intentaba relacionarme mucho y creo que eso me sirvió después en mi vida y en la escuela lo cierto es que no era buen estudiante, me aprendía las cosas en el último momento. Como mi padre tenía campo me fui a Sevilla a estudiar ingeniería agrónoma pero había mas marcha que carrera así que me volví y me preparé oposiciones de auxiliar administrativo de banca. Lo bueno es que tuve ambición y prosperé y me jubilé con la categoría máxima dentro del gremio. Al final la vida es como tú seas y lo que busques. Hay que ser serio, trabajador y honrado.
¿Cómo empezó?
Los inicios fueron duros, entré en el Banco de Jerez hasta que expropiaron a Ruíz Mateos de repente, ¡menuda noche pasamos! Llegamos a la mañana siguiente a la oficina y la policía no nos dejaba entrar y la cola de clientes llegaba…Después el Hispanoamericano se lo quedó con una filosofía totalmente diferente, más tarde nos compra el Banco de Granada de la familia Argüelles y de las dos oficinas sobraba un director y me quedé yo. Nos bajamos de la plaza de la Constitución a la plaza de las Batallas y tuve que convencer a todos mis clientes que nos siguieran. Fueron los tres peores años profesionales de mi vida hasta que llegó la Caixa y nos incorporó a su plantilla. Aquí no empecé demasiado bien, un día llegó el director general de Madrid y yo estaba en ese momento fuera de la oficina. Me despidió en un acto de soberbia porque yo estaba trabajando pero en la calle. Luego me incorporaron de nuevo a la sucursal de la Alcantarilla donde me jubilé como director y este hombre reconoció su error. Lo cierto es que supe ganarme a mis compañeros y clientes, tú no sabes lo que es decir hoy que sí das dinero y mañana que no porque la política del nuevo banco es diferente y Jaén es muy pequeño. He tenido que saber torear y al final creo que las cosas no salieron mal, me jubilé hace diez años y dejé el doble de empleados en la oficina que cuando llegué.
¿Y le costó jubilarse?
Jubilarme me costó muy poco, lo que me costó es adaptarme a la nueva vida. Te consideras fuera de órbita porque durante toda mi vida había tenido mucha presión, ten en cuenta que cuando empecé con 26 años fui el gestor comercial más joven de Jaén y tenía que pelear con perros viejos. Había mañanas que me iba a ver a la Virgen de la Capilla desesperado y le pedía ayuda y me ayudó y me sigue ayudando. Esa presión ahora ya no estaba y te sientes algo depresivo, me costó adaptarme pero sería injusto para mí que, con toda esa vida profesional, siguiera en un día a día con presión. Así que ahora ocupo mi tiempo con mi familia, con el Real Jaén, en Cáritas…pero desde otra perspectiva.
¿Recuerda su primer partido en La Victoria?
El primero no pero sería por los años 60, en el 65 o 66. Yo iba solo al fútbol, veía los entrenamientos, tenía el gusanillo dentro como lo tenía mi hijo José desde pequeño, que se venía conmigo. Disfruté de grandes futbolistas, sin duda Ángel fue el mejor, que luego se fue al Madrid, era buenísimo y muy fino. Y el rival que más me ha impactado hasta ahora ha sido Eto´o. Mi primera gran alegría fue el ascenso a segunda de los años 70, ese equipo todavía no sé como no subió a primera, podría haber competido perfectamente pero con toda tranquilidad. Los mal pensados dicen que hubo temas raros.
¿Tú eres mal pensado?
Mira Samuel yo del fútbol me lo creo todo. Luego llegaron años buenos de Hidalgo con dos ascensos, el año de Kiko Álvarez, liguillas…La verdad que en el Real Jaén CF siempre hemos tenido ¨mal fario¨, no sabemos mantener lo bueno que tenemos, puede ser el reflejo de la sociedad. En dos décadas subir cuatro veces y bajar siempre no puede ser casualidad, es por algo.
¿Por qué es?
Siempre hemos tenido excusa, el cambio de campo, la plantilla, no se qué…y es que nunca ha habido un proyecto serio. No creo en las casualidades, las cosas pasan por algo y estos últimos años ya han sido tremendos. Lo hemos pasado muy mal y lo de los futbolistas es otra, deben tener compromiso, nos tomaron el pelo la última temporada de Teruel. Se estaban paseando por el campo y eso nos dolió.
Usted estuvo en Ceuta cuando no se ascendió.
Sí. Veníamos del famoso partido del Antequerano donde no es que se sospechan cosas raras es que las hubo.
¿Sí? Vica sostiene que lo único que pasó fue que el portero no jugó bien.
El portero y el lateral derecho no actuaron con profesionalidad y perdimos esa oportunidad y en Ceuta el partido estaba apañado pero no se ganó.
Pero, ¿cómo no se gana un partido comprado?
Porque no tiramos a puerta.
Y, ahora ¿se sigue haciendo?
En la actualidad vemos como, incluso, los jueces han condenado casos de este tipo y ahora algunos jugadores, con el tema de las apuestas, también se ven implicados. El fútbol se ha convertido en un juego con un balón y muchas más cosas alrededor.
El Real Jaén, ¿tiene la afición que se merece?
(Se para a pensar unos segundos) Tenemos una afición corta pero fiel y luego hay otra parte que se une cuando nos jugamos algo.
Y la afición, ¿tiene el RJ que se merece?
Estos últimos años lo estamos pasando muy mal y ojalá salgamos de tercera. Se está haciendo un equipo para ello.
Entonces ahora, ¿le gusta cómo caza la perra?
Sí, me gusta. Hay que tener en cuenta que se hizo un grupo de 22 jugadores nuevos, no se conocían de nada y los demás equipos nos llevaban cuatro meses de adelanto y encima nos querían ganar con todas sus ganas porque somos el RJ. Nos ha costado adaptarnos a la categoría y no competimos en algún campo pero poco a poco lo estamos consiguiendo. Aquí es lucha, lucha y lucha.
Entonces no ascender sería un fracaso, ¿no?
Sí porque, además, el año que viene ¿cómo mantendrías el número de abonados? Es importantísimo quedar primeros y tener dos opciones.
En los meses previos a esta nueva etapa ¿temió alguna vez por la desaparición?
Totalmente. Antes de estar dentro del club me invitaron unas cuantas veces al palco de La Victoria y una vez le pregunté a Sergio Hitos y vi que no tenían salida. Me lo decía hasta con los ojos. Entonces llegó el señor Membrado, supongo que mi hijo comentaría este tema con él y don Tomás estudiaría las opciones, se le encendería una lucecita y vio que el Real Jaén CF era un buen negocio además de salvar una parte importante de la historia de la ciudad. Él es un hombre de negocios y junto con mi hijo me metieron en esto. Fueron momentos muy complicados, no se sabía que pasaría con toda una plantilla, había incertidumbre pero Membrado piensa que hay un proyecto potente para el RJ.
¿No se ha tirado a la piscina?
Es un hombre de negocios y como tal tiene una capacidad importante para pensar. No es un mecenas, su idea es sacar beneficio.
Subirlo a primera y ¿venderlo?
No lo sé pero es un proyecto serio y rentable porque mete en el club una finca tasada en casi 11 millones de euros.
Pero Manuel, el Real Jaén alguna vez tendrá que pagar esa finca, ¿no?
Algún día las acciones del RJ valdrán mucho más que ahora y ahí es donde está el beneficio, en revalorizar el club. Rentabilizas el negocio y ayudas al club.
Convendrá conmigo que hablar ahora de primera división suena raro.
Si, suena raro pero es un proyecto a largo plazo porque a corto lo que nos planteamos es salir de tercera y por eso este año se han tomado medidas importantes para salir de la categoría. Nuestra meta es quedar primeros, ascender y profesionalizar el club.
Y usted, ¿alguna vez pensó que sería vicepresidente de su equipo? Ahora ha dado un paso al costado.
Totalmente. En un principio había que poner en marcha el club y estuve ahí porque hacía falta, ahora hay gente profesional y me limito a mi cargo representativo. Jamás pensé ser directivo pero, como te he dicho, don Tomás y mi hijo me lo pidieron y el club necesitaba ponerse en marcha.
Tuvo que lidiar con los Medios, ¿cómo se sintió?
Yo era nuevo y a los Medios les tengo mucho respeto. El comunicador lo que quiere es noticias y hay que entender eso. Hay que tratar a todos por igual y algunos me pidieron que les diera más de lo que podía. Tuve algún roce al principio pero, como te digo, hay que entenderlo.
Siempre podré decir que yo lo descubrí para la Radio.
Pues sí, pasamos unos años muy bonitos en Vieja Victoria, sólo empañados por la marcha del equipo pero fue una experiencia maravillosa y una faceta, hasta ese momento, desconocida para mí.
¿Que le parece que el club rectificara con el tema de la manifestación?
Es fantástico reaccionar siempre ante lo que dice el público. El Real Jaén CF se debe a su gente y siempre estaremos abiertos a escuchar a nuestra afición. Menos mal que no querías hablar con el vicepresidente ¿eh?
(Risas) Gracias Manuel.
A ti.
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