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Ni en la peor época del fútbol heleno

Sergio Cruz // @CanalLagarto                Ya es una broma de mal gusto a la cual hemos tomado por costumbre. Ayer se volvieron a pasar las líneas del respeto en cuanto a los trabajadores propios y a los colaboradores de otros medios.

Hay un indígena suelto y se está creyendo tener el mando suficiente para pasarse la dignidad de la gente por el forro. Ha sido capaz de despedir a más de 100 currantes de esto llamado fútbol con tropelías variadas y de infinitas formas.

Hubo gente que tuvo que bajarse los pantalones hace un año por mantener el pan de su familia; otros por relacionarse con el diablo; y otros porque directamente le ha dado la gana al jefe. 

Ayer en mitad de un encuentro en juego un presidente grita a un trabajador llamado Juanma para indicarle: "Que sepas que esta noche estás en la calle" . Una decisión que ya había sido trasladada al señor entrenador, que de momento acepta cualquier decisión de arriba sin mostrar impedimento, aunque en juego esté el honor de quien pelea su trabajo en el verde. 

"Venid conmigo que vamos al vestuario", indicaba este señor a los no convocados mientras que un colaborador de esta casa le recriminaba la actitud. La respuesta fue contundente, el señor presidente enviaba a una persona de su confianza: "A que le pegara dos hostias" viéndose involucrado también otro colaborador nuestro cuando solo quería calmar la situación.

El siguiente paso fue el circo del vestuario, qué pena de familias que pasan hambre y este individuo golpeando la fruta de los jugadores. También fue golpeado algún macuto.

Hubo jugadores que salieron del vestuario llorando...De verdad, ¿alguien piensa que así se puede trabajar? Se les amenazó con rajarle como si una serie de televisión se tratara. Netflix no tiene el potencial que ayer se pudo vivir por desgracia en un vestuario que parecía digno de las peores fechas del fútbol heleno. 

Aquí cada uno llevará su retrato, ayer el brazalete de capitán lo llevó un recién llegado que pasó por encima de todos los capitanes del club. Era un mandado, pero...¿dónde esta el orgullo y el honor de una plantilla para decir basta? 

Decisiones técnicas, dos palabras más que suficientes para asentir y callar. El de Huétor en este aspecto no se arrugó y el alicantino tampoco se arrugó. Ambos dieron la cara por los suyos. 

Respecto a los cobros, hay un jugador que ayer no participó y que sigue sin cobrar, jugando por delante de él otros dos juveniles que además tampoco recibieron su salario. Pero él no le debe nada a nadie. 

El capítulo de salidas no ha llegado a su fin, nos quieren ver la cara de gilipollas y a alguno se la están viendo. Ayer solo necesitó un periodista en un medio nacional diez minutos para dejarlo en ridículo ante los oyentes de toda España.

No engaña a nadie y las "panfloyás" que soltó ayer en la noche fueron un claro reflejo de una empresa desquiciada por una persona que vive amedrentando al personal. 

No hay derecho de que la afición y llegado este momento sus trabajadores vivan esta situación, es una vergüenza permitida, por la ciudad primero y por su alcalde después, que lleva meses mareando una perdiz sabiendo que no le importa un carajo. Mucha foto y mucha reunión pero esto sigue poco a poco siendo el mayor destrozo conocido de la historia del fútbol español.



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