En clase no gritar

Entre FUEGOS andan la directiva y el alcalde con los aficionados. Don Julio se ha metido de lleno entre ceja y ceja de todo aquel que se preocupa solo un mínimo por su club.

Ahora han pasado los comerciantes de camisetas del bulevar a callar las bocas del respetable (que ya son cualquier cosa menos respetados) y es que ya no se puede ni gritar en el estadio, cuando estos hablaron saltó el del populacho aclarando que no era ilegal ya que la reventa estaba a la orden del día. Pero ahora resulta que el mismo comerciante también hace las labores de salvaguardar los tímpanos del presidente como así nos aclaraba nuestro amigo Juanmi de Granada presente en el estadio.

Pero el nuevo FUEGO pone cuanto menos muchas cenizas a la vista de todos. El alcalde nunca puso impedimento a la dirección del club, es más, ha sido de los pocos que ha visto los partidos de play off que ni el propio socio consiguió. 

Aun queda en el recuerdo la reunión donde pareció que ayudaría Don Julio a sacar de una vez por todas y de manera amigable al señor que no nació en Sebastopol. Esta claro que el milongeo del señor alcalde tiene para rato.

Otra hoguera apareció con la publicación de IDEAL de las posibles equipaciones, ¿qué pensaran el resto de grupos políticos sobre el patrocinio con un club que tiene las cuentas embargadas? ¿Quién pagará si finalmente se cambia el terreno de natural al artificial? Que gran gestión por parte del presidente que se resembró antes del play off y ahora solo hay tierra.

Qué ocurrió para que la caravana tuviese más parecido a una pista de coches locos que precisamente a una manifestación. ¿Quién ordenó no parar el tráfico?
La herencia de don Tomás, ay don Tomás! la que estas liando polla, y la que vas a liar.