Daniel Sánchez "Un Real Jaén aquijotado"

Daniel Sánchez // @Eslizondesecano

El Real Jaén está demostrando en las eliminatorias de ascenso un juego virtuoso, un fútbol de calidad y un dominio impropio de la división en la que compite a día de hoy. Lamentablemente, los resultados de este juego hasta ahora no están dando los frutos esperados, como estamos viendo.

Me recuerda este nuestro Real Jaén al Caballero de la Triste Figura, el de complexión recia, seco de carnes y enjuto de rostro. El Hidalgo de la Mancha mostraba un ideal y unos valores loables y ejemplares, de ayuda a los menesterosos e impedidos, de justicia y libertad, de caballerosidad, etc., que sin embargo se topaba de bruces con la realidad, siendo apaleado, molido o apedreado en ventas y caminos manchegos cuando los intentaba traducir en acciones. El Real Jaén de Germán Crespo propone un juego ofensivo, vertical, de toque, de elaboración, de los que hasta ahora estamos saliendo apaleados o con algún diente menos de ventas gallegas o gaditanas. 

Nuestra fortuna, no obstante, no tardará en cambiar, estoy seguro, ya que buen corazón quebranta mala ventura. En general, el resultado de las acciones impulsadas por una intención siempre buena o positiva no debería en ningún caso invalidar las mismas. Los resultados de Real Jaén en estas eliminatorias no deberían descalificar el gran juego del equipo. Análogamente, Don Quijote siempre será un arquetipo a seguir de hombre y de caballero, pese a que saliera molido y asendereado las más veces.

Nuestro caballero andante blanquimorado no es capaz tampoco de proceder según los refranes que cita Sancho Panza, y, aunque al Real Jaén "le den la vaquilla" en forma de 1-0 y por tanto de empate de la eliminatoria, como sucedió contra el Ferrol en La Victoria o como puede  suceder esta tarde, es incapaz de contravenir sus ideales y la ley de caballería, y no "acudirá con la soguilla", como continua el refrán, sino que irá a por más vaquillas en forma de gol, hasta conseguir un buen rebaño, o puede que hasta perdiendo la soguilla por el camino, quién sabe en esto del fútbol.