Gonzalo Arconada hace campeón de la Copa de la Reina a la Real Sociedad
Israel Josue // @IsraeJosue En el estadio de los Cármenes ante más de 17000 aficionados que se dieron cita junto a la reina Doña Letizia que entregaba por primera el trofeo a las ganadoras. En un deporte en plena expansión aunque en nuestra provincia andamos en vías de desarrollo y con una liga provincial con apenas seis conjuntos. Esta edición de la Copa, con independencia de que la Real Sociedad fuera quien la ganara, ha sido la del gran salto de calidad, disputada por primera vez en dos décadas entre 16 equipos participantes en la Liga Iberdrola y siendo el broche de oro a un final de temporada dónde la liga ha vuelto a recaer por tercera temporada consecutiva al Atlético de Madrid mientras que la Real Sociedad le arrebató el doblete con una remontada en esta épica final que pasará a la historia por sumar por primera vez el torneo copero.
Un torneo que pudieron seguir todos los aficionados al fútbol con su retransmisión dónde pudimos ver a las futbolistas del ex técnico jienense Gonzalo Arconada se impusieron al Atlético reventando todos los pronósticos que apuntaban a un nuevo triunfo colchonera.
ASÍ LLEGABAN LAS FINALISTAS
Sin perder ni un solo encuentro llegaba el conjunto rojiblanco a la final de Copa, el plantel comandado por Sánchez Vera no supieron imponerse a la Real que, sostenida por sus dos mejores jugadores, la portera Quiñones y la delantera Nahikari, aprovechó al máximo sus oportunidades para remontar el gol inicial de Esther y lograr una Copa histórica, el trofeo que estrena las vitrinas del club.
PRIMERA PARTE
El mayor valuarte de las atléticas sobre el campo marcando el ritmo en los primeros minutos del partido, en los que el Atlético acaparó por completo el balón. La Real Sociedad, abrumada y huérfana de Maddi Torre, baja de última hora por gripe, apenas podía limitarse a contener las acometidas de las de Sánchez Vera, casi sin capacidad para salir al contragolpe. La consecuencia lógica de ese esquema de partido llegó al cuarto de hora. Robles centró desde la derecha y Esther definió al primer toque de volea, un remate de gran dificultad técnica que se coló junto al palo de Quiñones.
Por lo que se había visto hasta entonces, ese parecía el primero de varios goles del Atlético. Pero antes de que las colchoneras pudieran paladear su ventaja, Palacios colocó el empate. El disparo de la californiana, lejano, centrado y con escasa potencia, se le escapó a Lola Gallardo por debajo del cuerpo cuando trataba de blocarlo. Una fatalidad que marcó a la portera, muy nerviosa durante lo que quedaba de la primera parte. En una jugada, le dio un pase al pie a Eizagirre, pero la tolosarra fue incapaz de aprovechar el regalo. Desde el empate, la Real mejoró mucho, intimidando al contragolpe por medio de Nahikari, la mejor futbolista del equipo vasco pero sin el acierto final.
SEGUNDA MITAD
A la vuelta de vestuarios, el Atlético trató de encerrar de nuevo a la Real en su área, pero su intensidad ofensiva le duró poco y las donostiarras enseguida equilibraron las cosas. Eizaguirre y Beltrán estiraron al conjunto donostiarra que se lo empezó a creer hasta ponerse por delante a la hora de juego. Centró Palacios, la dejó muerta Baños y Nahikari fusiló a Gallardo, que en esta ocasión nada pudo hacer.
A partir de entonces comenzó un acoso y derribo del Atlético, con Ludmila como estilete estrellando un balón en el palo. Dejaron muchos huecos las de Sánchez Vera, pero la Real no era capaz de aprovecharlos. La portentosa actuación de Quiñones bajo palos era la que sostenía la ventaja de las realistas, más desorganizadas y abrumadas conforme se acercaba el final. Sin embargo, las de Gonzalo Arconada supieron sufrir y lograr un título que les coloca entre los grandes de esta categoría que hoy fueron arropadas por toda su afición a la vuelta de San Sebastián en los actos de celebración inagurando las vitrinas del club donostierra.
Un torneo que pudieron seguir todos los aficionados al fútbol con su retransmisión dónde pudimos ver a las futbolistas del ex técnico jienense Gonzalo Arconada se impusieron al Atlético reventando todos los pronósticos que apuntaban a un nuevo triunfo colchonera.
Sin perder ni un solo encuentro llegaba el conjunto rojiblanco a la final de Copa, el plantel comandado por Sánchez Vera no supieron imponerse a la Real que, sostenida por sus dos mejores jugadores, la portera Quiñones y la delantera Nahikari, aprovechó al máximo sus oportunidades para remontar el gol inicial de Esther y lograr una Copa histórica, el trofeo que estrena las vitrinas del club.
PRIMERA PARTE
El mayor valuarte de las atléticas sobre el campo marcando el ritmo en los primeros minutos del partido, en los que el Atlético acaparó por completo el balón. La Real Sociedad, abrumada y huérfana de Maddi Torre, baja de última hora por gripe, apenas podía limitarse a contener las acometidas de las de Sánchez Vera, casi sin capacidad para salir al contragolpe. La consecuencia lógica de ese esquema de partido llegó al cuarto de hora. Robles centró desde la derecha y Esther definió al primer toque de volea, un remate de gran dificultad técnica que se coló junto al palo de Quiñones.
Por lo que se había visto hasta entonces, ese parecía el primero de varios goles del Atlético. Pero antes de que las colchoneras pudieran paladear su ventaja, Palacios colocó el empate. El disparo de la californiana, lejano, centrado y con escasa potencia, se le escapó a Lola Gallardo por debajo del cuerpo cuando trataba de blocarlo. Una fatalidad que marcó a la portera, muy nerviosa durante lo que quedaba de la primera parte. En una jugada, le dio un pase al pie a Eizagirre, pero la tolosarra fue incapaz de aprovechar el regalo. Desde el empate, la Real mejoró mucho, intimidando al contragolpe por medio de Nahikari, la mejor futbolista del equipo vasco pero sin el acierto final.
SEGUNDA MITAD
A la vuelta de vestuarios, el Atlético trató de encerrar de nuevo a la Real en su área, pero su intensidad ofensiva le duró poco y las donostiarras enseguida equilibraron las cosas. Eizaguirre y Beltrán estiraron al conjunto donostiarra que se lo empezó a creer hasta ponerse por delante a la hora de juego. Centró Palacios, la dejó muerta Baños y Nahikari fusiló a Gallardo, que en esta ocasión nada pudo hacer.
A partir de entonces comenzó un acoso y derribo del Atlético, con Ludmila como estilete estrellando un balón en el palo. Dejaron muchos huecos las de Sánchez Vera, pero la Real no era capaz de aprovecharlos. La portentosa actuación de Quiñones bajo palos era la que sostenía la ventaja de las realistas, más desorganizadas y abrumadas conforme se acercaba el final. Sin embargo, las de Gonzalo Arconada supieron sufrir y lograr un título que les coloca entre los grandes de esta categoría que hoy fueron arropadas por toda su afición a la vuelta de San Sebastián en los actos de celebración inagurando las vitrinas del club donostierra.
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