Las cosas en su sitio

Samuel Armijo // @desdelabarrera                   En este momento de la temporada pocos pueden decir que Real Jaén y Linares Deportivo no se encuentren en el lugar donde deben en la tabla clasificatoria del Grupo IX. El equipo de la capital argumentaba un presupuesto a principio de campaña para pasearse por la categoría y bien lo ha hecho buena parte de ella mientras que el conjunto de Juan Arsenal tenía la imperiosa necesidad de ser segundo y disputar hasta el final el campeonato a los de Crespo.

Ambos, con las jornadas que restan, han hecho sus deberes. El Linares, algo justo de plantilla, ampara su fe en un bloque competitivo con capacidad para dar guerra en cualquier campo y ser capaz de romper la baraja en Linarejos. La seguridad defensiva es la base sobre la que sostener un hipotético ascenso y eso lo sabe su plantilla, directiva y afición. Hacer gol sería el 80% de las eliminatorias teniendo como ejemplo los números como local del equipo azulillo donde agiganta su figura si hablamos de portería a cero. Ya dejó claro Arsenal en este Medio que no modificará su estilo en la fase de ascenso y su estilo consiste en proponer un juego atractivo, por fuera, tocando y combinando pero sin bromas en área propia.

  

Si ataco no me atacan pensará Germán Crespo. Puede valer pero los ajustes traseros han de ser terribles si el Real Jaén no quiere sufrir en su cruce por el ascenso. La inseguridad defensiva ha sido latente a lo largo de toda la temporada o al menos, si no inseguridad, sí fragilidad. Eso lo ha balanceado el técnico granadino con una bestial pegada liderada por el pichichi López. Muchos, aunque públicamente no lo hagan, dudan de la respuesta ante un igual el día definitivo, tal vez por los resultados ante El Palo, Linares y Antequera en la ida. Mario Martos decía hace bien poco en Onda Cero que si de eliminatorias se tratase hubieran pasado en todas y razón no le falta.

  

Si lo expuesto parece cierto no menos cierto es que el Real Jaén ha sido un martillo pilón en cuanto a victorias se refiere. Se sobrepuso a las salidas del capitán Higinio y el goleador Montes para cerrar filas y hacer circular el carrusel de rotaciones con la fiabilidad de un reloj suizo. Con tres de cada cuatro de los que yo llamo “jugadores Guadiana”, Crespo sólo ha orillado a Juan Carlos que cuenta en blanco su segunda temporada en el RJ. Fran Hernández no ha tenido el protagonismo que se le presumía e incluso Espinosa ha dejado su sitio a Cervera y Heras en más de una ocasión últimamente. 

Aunque si hablamos de números cualquiera tose al entrenador del Real Jaén. En la referida entrevista a Martos en la radio también aseguraba que tanto Crespo como Manolo Herrero coincidían en la necesidad de ganar del octavo hacia abajo como local y visitante para campeonar. En esas ha estado el RJ esta campaña. Comulgo con esa idea puesto que los duelos directos apenas suponen un 10% de los puntos y estos enfrentamientos reflejan más conclusiones de sensaciones que de tabla. En esas también ha estado.

Sin sorpresas aparentes en lo que queda de fase de regular los esfuerzos se lanzan con una pértiga a las eliminatorias donde el Real Jaén tiene algo primordial: portero y gol. Ante una adversidad mayúscula el recurso de llegada por banda y balón colgado al gigante lo usará Crespo como póker de ases mientras que Arsenal tendrá que hilar finísimo en ataque para amortizar su inversión de trabajo en el juego colectivo de la temporada.

Ambos están donde debían, sí,  pero convendría recordar que ambos deberán estar donde anduvieron.