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Unas gafas gigantes y la camiseta firmada

Samuel Armijo // @desdelabarrera     El Real Jáen encendió nuestra nuestra amistad en 1996 durante una clase de 3º de ESO. En el instituto yo jugaba a ser periodista entrevistando a Vicente, hoy en el Torredonjimeno, y cuando me giraba me encontraba al chico de la camiseta suplente del United contándome las hazañas del RJ. Sus gafas, infinitamente más grande a las de ahora, le hacían ver con ilusión las cinco liguillas debatiéndose entre eso y el gol de Pedja  dos años después en Amsterdam.

Paquito Blanca, mi hermano, llegó a la vida del plumilla conociéndonos sin vernos desde la guardería. Nunca vi a los equipos de la provincia con una bufanda sobre el cuello tal vez por mi devoción a contar lo que pasa más que por gritar los goles de cada lado. Él me ayudó a entender al equipo de la capital con devoción y con cariño esperando cada lunes un buen resultado para nuestra satisfacción. Oírle hablar de las liguillas de Rueda y Chumilla era como transportarte al Madrid de Gento, Di Stéfano, Puskas…igual por la magia de quién no lo vive. Siempre que te relatan algo se hace más grande en el imaginario y no dudo que, para mí, aquello  sonaba a gigante. 

Nuestra amistad se fundió hasta hoy y él siempre está alerta a mis reclamos en su memoria. “Paco, cuéntame éste cómo era, dime si aquel era luchador, recuérdame el gol más importante de este delantero…” Me fío tanto de su criterio que coincidimos en nueve de cada diez comentarios. La aportación de calidad de VV. Sensato y prudente, no hay sorteo de Champions para el Madrid en el que no reciba su mensaje “estamos fuera”. 
Su padre viene desde Linares a cada partido y supervisa el asiento sevillano de su hijo, butaca vacía en 14 o 15 partidos de la temporada. Paquito mamó de Francisco Blanca Romera el RJ, las colas de la vieja Victoria y el corte del fondo gol. Entre matemáticas, balances y calculadoras las cuentas para su equipo estaban claras, ascender a Segunda División con un equipo incalculable. 

El detalle de algunos veteranos del equipo firmándole una camiseta no es más que un día más en la oficina para él porque vive las dentelladas a su club como mordiscos propios. Sufre racionalmente pero sufre. Lucas Mohedano y Kike Bonoso (gracias a ambos por las facilidades), Juan Carlos Hidalgo, López Carmona, Vica, Néstor, Leles, Juan Viedma, Manolo Quesada, Ramón Martínez, Toto, Del Moral, Rafa Lendínez, Antonio Rueda, Manolo Chumilla, Vicente Herrero, Manolín, Luque y Óscar Ventaja. Seguro que hubieran hecho falta tres camisetas más para acudir a tanta generosidad pero el tiempo apremiaba y el temor a molestar a quién ha dejado su sudor en la camiseta blanca embarrada. Por sus años de abonado y por ser una voz altamente autorizada podría convertirse en gurú en una red social o en “machacón” habitual pero su profesión, más que nunca, va por dentro. 

Suma no restando, esa es su ecuación. 

Se casa Paquito Blanca y aunque el RJ nunca podrá devolverle su fidelidad, para él los días de vino y rosas compensan cualquier arrimón. Con aficionados así, el Real Jaén nunca morirá. Feliz vida hermano.

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