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Prados García "Arbitrar el partido que decidía La Liga fue todo un regalo"

Samuel Armijo // @desdelabarrera     José Luis Prados García (Jaén, 1957) dirigió 114 partidos como árbitro en Primera División representando al colegio andaluz. Su Cristo tiene Buena Muerte, presume de hijo periodista y jamás olvidará que su hija le preguntara qué es decapitar. Cruyff y Gil le eligieron para decidir la Liga en el día que punteó la pelota a Caminero en el regate que siempre marcará a Nadal. Aunque su fama era de pistolero se convirtió en Premio Guruceta en su debut. Sigue considerándose colegiado y, tal vez, por eso no da la espalda a los desagradecidos con su profesión y paisanía. El destino quiso que Gómez Ramírez, RC Celta y  Sevilla FC marcaran su carrera como profesional y la Salobreja le veía entrenar aún cuando los futbolistas tenían su día libre. Funcionario por oposición y Silbato de oro de la Cadena Ser  fue protagonista de un intento de soborno en Champions y de una jugada que marcará su trayectoria y la de Ceballos, al menos eso cree el resto de mortales porque él propone memoria corta y, compartiendo sus mil historias, ni falta que hace. Prados García coge la taza de café, se echa el silbato a la boca y...que empiece el partido. 



-Samuel Armijo. La entrevista       Tengo a un árbitro delante y no me resisto a preguntarle por el penalty de Benatia a Lucas.

Depende del color de la gente. Analizándolo tecnicamente es pena máxima. Yo pitaría penalty, después me hace gracia alguna gente que dice que es riguroso. Mira, o es o no es, punto. También se dice " es que en el minuto que era... es que no tenía intención..." El 90% de los jugadores no tiene intención de hacerlo pero si lo hacen hay que pitarlo y este lo era. Muchos periodistas dicen que los compañeros ingleses son muy buenos pero allí pita un niño con 5 años porque hay muchísimo respeto.

-Uno de pequeño sueña con ser futbolista pero, ¿cómo son los sueños de un futuro colegiado?

Yo jugaba en el Flecha Azul de Skol Oje y me fuí, con 14 años, a las categorías inferiores del Real Jaén, llevábamos sólo cinco o seis días de temporada y mi amigo Juan Muñoz pitó un partido en Los Villares. Me fuí con él y se lió gorda, hasta en el coche nos daban por la ventanilla pero aquello me llamó la atención y a partir de ahí comenzó mi carrera en el arbitraje.

- ¿En serio? Su primera experiencia no fue la mejor para enamorarse de la profesión.

(Risas) Pues sí pero aquello me gustó, supongo que ya tenía la vocación. Eso que dicen que un árbitro es un futbolista frustrado puede ser aunque a mí no me dio tiempo. Empecé a pitar en la categoría donde estaba jugando, me quité las botas y me puse el silbato.

-Y comienza así su carrera.

El primer partido que dirijo es en Mancha Real, jugaban el Imperio y el Úbeda. Al árbitro principal le dieron un pelotazo y le rompieron la nariz y me quedé yo el resto del partido. 

Después estuve en Regional Preferente y 11 años en Tercera porque estaba Gómez Ramírez, de Jaén, en Segunda y no me dejaban ascender aún quedando siempre entre los tres mejores árbitros de Andalucía. Alguien me dijo una vez que la edad pudo impedirme ser internacional. En esas categorías es donde te haces árbitro de verdad, recuerdo una final de Copa de la Liga de Tercera Yeclano- Tudelano pité un penalty a favor de los visitantes en el descuento y me dieron en el túnel una...

Nuestros ascensos estaban restringidos por la edad y a mí sólo me quedaba uno para poder subir y tuve la fortuna que se retiró Gómez y, por fin, me lo permitieron. Después recuperé el tiempo, sólo estuve dos años en Segunda B. Dije en el Comité "me retiraré sin pitar fuera de Andalucía" y me dieron el Levante- Gramanet, primero contra cuarto, un partidazo. Después me dieron un Cartagena- Elche y antes de empezar llega nuestro responsable y me dice "¿sabes lo que te juegas hoy?" me estaba jugando subir a Segunda. Quirós me prometió que pitaría en la liguilla de ascenso pero pasaban las jornadas y nada. La primera, segunda, tercera...pité en la última, en la sexta. Un Extremadura- Numancia de la 93/94, subió el Extremadura y subí yo.



  -¿Es ahí dónde piensa que puede llegar lejos?

Como te digo, recuperé el tiempo. En la categoría de plata sólo estoy una temporada y cuando acaba me llama la Ser y me dicen "Enhorabuena, estás en Primera". Yo les dije que si no había nada oficial no había que celebrar nada. Al día siguiente se hacen oficiales los ascensos y yo estaba en el séptimo lugar y sólo subían seis. Me volvieron a llamar y me dijeron "te juramos que tú estabas en el puesto uno, te la han jugado..." Yo creo que lo que buscaban es usarme y que largara en contra de mis jefes. Y así se quedó la cosa pero fue el famoso verano dónde Sevilla y Celta presentaron sus avales para ser SAD y en la Liga decían que fuera de plazo...algo así. Jose María García dijo en antena que la única solución era Liga de 22 y, efectivamente, se acabó aumentando el número de equipos. En un principio pensé "ya está, asciendo" pero me aseguraban que no hasta que unos días después me llamó López Nieto y tanto Mejía Dávila, que estaba el octavo, como yo subimos a Primera. Así que, indirectamente, Sevilla y Celta quisieron que yo fuese árbitro de la máxima categoría.

-Y debuta.

Lo hago en un Rácing 1- Atlético de Madrid 4. En la Federación me dijeron que era rarísimo que a un debutante le dieran un grande. Eché a dos del Rácing y pité un penalty al Atlético. Después del partido Jesús Gil comentó que le gustaba mi forma de arbitrar. 

-Con Gil le pasó algo muy curioso.

Pues sí. Estaba en el Calderón, pitaba allí y me estaba dando un masaje previo en la caseta. Vino a saludarme y cuando se estaba saliendo, se vuelve y me dice "¿tú te ves capacitado para pitarnos contra el Barça?" Le dije que claro, que era árbitro de Primera División, que dónde se ve a un árbitro de verdad es sacándolo la Guardia Civil del campo de un pueblo y yo había estado once años en Tercera. Salió de la caseta con el móvil en la mano y no sé lo que haría que me dieron el Atlético- Barça de la jornada 7, ¡en mi primer año!. Ganó el equipo de Antic 3-1 y fue como un tiro toda la temporada.

-Pero es que también le conceden el partido de la segunda vuelta que decide La Liga.

Yo pitaba un Valencia- Celta y me llama Sánchez Arminio "¿dónde estás?" y le contesto "¿dónde voy a estar si pito en Valencia hoy?" y me dice "bueno, ten mañana el móvil disponible". Mi juez de línea, que se olía algo, mira el calendario y me dice que la siguiente jornada se decide el campeonato en el Camp Nou pero ese partido ya estaba asignado para un compañero. Al día siguiente me vuelve a llamar Arminio y me dice "el que iba a pitar está tocado y dice que un partido así no puede arriesgar. Les he dado a Cruyff y a Gil tres para pitar dada la situación, Díaz Vega, López Nieto y tú y te han elegido a tí". 

Así que me tocó ese partido, recuerdo todo de ese día. Villar dijo "¡pero si es su primer año!" y me puso las 24 horas a un vicepresidente encima de mí para que estuviera tranquilo. El Atlético llevaba tres puntos al Barcelona y quedaban después tres jornadas. Nos llevaron al puerto a comer y Jose María García sabía hasta lo que comí plato por plato.  Exigí que quería a mis jueces de línea, teníamos nuestros códigos. Cuando estamos en el centro del campo y me dejan sólo...no podía ni tragar saliva. 

- Igual pocos recuerdan que usted participó en el famoso regate de Caminero a Nadal.

(Risas) Me tocó la pelota un poco pero ¿quién iba a esperar que Caminero saliera por ahí? Después del partido Núñez me felicitó y el Atlético ganó esa Liga. Años después también me tocó estar en su descenso a Segunda en Oviedo.

-En esa época los jugadores no tenían que taparse la boca para hablar pero no se cortaban un pelo.

Había de todo, por ejemplo Kiko siempre me ayudaba, me conocía desde Tercera y me quitaba a la gente de encima. Nosotros nos dirijimos a los jugadores de usted y ellos te tutean y se creen con derecho de hablarte como sea. Luego estaban otros perfiles como el de Karpin. Me tocaba pitarles y dijo en la previa "el que nos pita siempre me echa". La primera que tuvo se tiró en el área y le mostré cartulina y se puso a tocar las palmas, le dije "el más flamenco está en la Magdalena así que vayamos por buen camino". Stoichkov también hablaba mucho, le sacaron con el partido 3-1 abajo y salió para revolucionar el partido y a mí. Vino chillándome y le dije que el partido estaba muy tranquilo, que siguiéramos así. Otro día en una barrera estaban Figo, De la Peña y no sé si Popescu. El único que no tenía tarjeta era De la Peña, no hacían más que protestarme y pensé "no puedo cargarme un partido por esto" y le saqué tarjeta al único que no la tenía. Un amigo me dijo una vez "si es que eres muy listo, vienen a protestarte y te das la vuelta". En realidad hacía lo posible por evitar expulsiones absurdas a pesar de ser el más tarjeteador en mi primer año y la fama de pistolero que tenía y a futbolistas como Butragueño antes o, ahora, Messi si le podías aguantar la tarjeta se la aguantabas a no ser que fuera muy clara, ¡si están todo el partido recibiendo!

-Igual también son pocos los que saben que usted estaba en el equipo arbitral de López Nieto cuando lo intentaron comprar con bisones.

Claro, fue mi debut en Champions como árbitro aspirante UEFA. Dinamo de Kiev- Panathinaikos, antes te recogían los equipos en el aeropuerto, nos montaron en dos Mercedes 500 y nos llevaron a una tienda, López Nieto iba a comprar dos abrigos y yo uno y cuando vamos a pagarlos nos dicen que nos lo llevan al hotel y allí pagamos con la Visa. 

Bueno, no le dimos importancia pero después nos llevan a un castillo a cenar y entrada la sobremesa me salgo a un salón grande donde había una mesa de billar y viene un tío y me da un papel que pone "30.000 dólares americanos si gana Dínamo". Ahí López Nieto dijo que nos llevaran inmediatamente al hotel y lo puso en conocimiento de UEFA. Después tuvimos que declarar y con todo el revuelo mediático que se formó...

Y otro partido con relevancia en Europa fue un Galatasaray- Milan, jugándose el pase a eliminatorias, el campo era de los más calientes y al delegado UEFA le dijeron "si la cosa se pone fea que los árbitros salgan por aquella otra salida". Nuestro representante les dijo "mis árbitros salen por ahí y entran por ahí y si hace falta que traigan al ejército". 

-VAR.

Siempre estaré a favor de la tecnología para ayudar a nuestra labor. Línea de gol sí, agresiones sí y sobre todo, debería entrar el comité de oficio porque no puede ser que una agresión quede impune. El VAR tendrán que ver cómo lo implantan porque no se puede arbitrar por televisión. Tampoco podemos perder la esencia del juego. Mira, un árbitro tiene que aplicar la lógica también. En mi último partido en Primera, Celta- Villarreal, tardé cuatro minutos en pitar un penalty. El línea se metió un metro en el campo con el banderín agitándolo y me acerco y me dice que penalty. Cuando voy para el punto de castigo me vuelve a llamar , me vuelvo a acercar y me dice "¿tú lo has visto, no?" digo "¿yo que voy a ver pero si lo has visto claro?" y me dice que decrete bote neutral. Cuando voy ha hacerlo pienso "si se ha metido un metro es que lo ha visto pero sabe que si  no es lo van a machacar en la Prensa" así que pité penalty y luego resultó ser. 

-En la Liga no tenemos jugadores de la provincia que nos representen. Munuera Montero sí lo hace en el estamento arbitral. ¿Cómo es nuestro nivel en esta materia? 

Estoy desconectado, estuve diez años como informador pero ahora no tengo relación con el mundo arbitral, desconozco el nivel. Con Munuera hablé hace algún tiempo y le dí un par de consejos.

-¿Y Mateu? su forma de arbitrar o gusta o se detesta.

Mi forma de pitar era otra, de otra escuela. Una vez subiendo por el túnel escuché a un capitán "a éste ni mirarlo que tiene gatos en la barriga". Mis pulsaciones se ponían a 200 en una jugada importante. Yo sólo pitaba penaltys claros, dudosos ni uno.

- Después de esta conversación tan enriquecedora me da hasta pereza preguntarle por el famoso encontronazo con Ceballos. (El portero del Rácing le propinó un cabezazo y Prados cayó de espaldas)

Pues no preguntes.

- Solo quiero saber si le afectó  porque algunos como De la Morena le atizaron de lo lindo. 

Bueno De la Morena se sobrepasó conmigo. Esa noche entré en directo con García y al día siguiente le dije a Bustillo que no podía entrar más en Radio porque me lo habían prohibido.

No lo entenderían y estuvo dándome leña pitara o no pitara pero bueno. Yo seguí arbitrando, de hecho el primer partido de la temporada siguiente pité al Rácing y todo fenomenal. Lo que nunca olvidaré, no de ese partido sino en general, fue que mis hijos cogieran el teléfono y escucharan amanezas de muerte a su padre. Mi hija me llegó a preguntar que significaba decapitar.

Mira, los árbitros siempre somos  mirados de forma diferente. ¿Recuerdas el famoso penalty que falla Djukic? ¿Sabes quién pitaba ese partido? López Nieto. Todo el mundo victimizó al jugador porque lo falló pero imagínate que el árbitro no lo ve y no lo pita. ¿Hubieran dicho mira que pena López Nieto que se ha equivocado?.

-No puedo añadir mucho más. Eternamente agradecido Jose Luis.

Gracias a ti, Samuel.

2 comentarios:

  1. Hombre, pero fingir una agresión como árbitro.. Ya ha tenido tiempo de reflexionar lo que hizo y pedir disculpas. Si no lo hace, lo define como persona

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  2. Los que estimamos el fútbol, pasamos vergüenza ajena con su actuación en Santander, indigna y definitoria

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