El sol, la sal y el son

Samuel Armijo // @DesdeLaBarrera  

Cuando Juan Carlos tuvo su primer contacto con la pelota resonaban palmas, las paredes amanecían negras por los balonazos y corría brisa de espeto. Tras breves pasos por Deportivo Alavés y El Palo, ambos filiales, se aventura a enseñar el pasaporte en el Peñón sin tener suerte en el St. Joseph's, club de la liga de Gibraltar con estrechos lazos con la Balona.

El sobrino de Basti rompe definitivamente la pasada temporada en su 'Palo' natal. Ahí se convierte en futbolista pero además se convierte en hombre. Esta campaña la inicia en Vélez pero las redes del Real Jaén seducen a un jugador con historia por hacer. Completar un choque sin fisuras ante el gigante de blanco le catapulta al histórico sin verano de por medio.

Que su familia le acompañe en cada partido no es consecuencia de su juventud sino respuesta a una manera de entender la vida. Los Fernández Polo sienten orgullo de pasear sus apellidos por Andalucía y responsabilidad de mantener la reputaciòn de los Fernández Reyes con 'Basti' como patriarca.

Porque como dice aquel, un refuerzo sólo lo es cuando refuerza y estamos en el caso. Sus apariciones de murciélago en la media retumban en La Victoria cómo una manada y si te  enfrentas a él solo ganas el duelo si anticipas, en el cuerpo a cuerpo estás muerto. 
Su capacidad de liderazgo es incontestable y su descaro le permite moverse en área extraña como un lugareño.

Juan Carlos tiene raíces futboleras y quiere sembrarlas en forma de olivo como garantía y aval a sus futuros éxitos. Su zurda ha de ser pulida aún porque el periscopio lo tiene desempolvado con miras exclusivamente a los dos  primeros clasificados. El malagueño no entiende de cuentas de la lechera para llegar a la meta.

Aunque su cuerpo argumente un bastión para la medular su edad invita a hacerle  convivado de piedra en este proyecto. A eso responde más menos que 'tu ru rú' en un círculo central taconeado por sus huellas. 


A Juan Carlos le corren por las venas la brisa marinera, las palmas y el fútbol por supuesto. Ahí estaremos nosotros para verlo. Y su familia, claro