Luis López: el 'malagueño' de Fuerte del Rey

Samuel Armijo // @desdelabarrera

Este pasado fin de semana se ha disputado en Villacarrillo uno de esos torneos de fútbol de niños que sirven para filtrar el trabajo a ojeadores de toda España. Benjamines andaluces representaban a su provincia peleando por demostrar donde está el mayor productor de talento de la zona sur de España.

 

Los seleccionadores eligen entre todos los niños a los más capacitados para acudir a estos campeonatos que suelen ser reflejo de lo que encontraremos a medio plazo en los campos de fútbol. Sin ir más lejos en la provincia de Jaén casi todos los que hoy triunfan y son profesionales pasaron por este tipo de selecciones. 

El campeón de esta edición, y tal vez no sea lo más importante, ha sido la selección de Málaga que se impuso a la de Córdoba en una calurosa final. Entre los niños malagueños destacaba un rubio fino y rápido con ideas claras en la creación y capacidad táctica en la ordenación. 

 

Luis López es el habitual mediocentro de Oliver Montañéz en el Rincón pero el seleccionador malagueño, José Luis Moncayo, lo reclutó para la banda derecha teniendo en cuenta su enorme velocidad. "No me importa jugar en la banda o en el centro del campo, me ha gustado mucho venir a la Selección y lo que quiero es jugar" afirma el chico. Su talento, como el de otros jóvenes, seguro que no ha pasado desapercibido para audaces scouting que se esconden en perfiles normales dentro del bullicio de la tribuna.

Este 'nene' rubio representa a Málaga, tiene su vida y su corazón allí pero bien podría haberlo hecho con la selección de Jaén. Sus padres, José Miguel y Silvia, son un matrimonio de la capital con raíces en La Alameda y con vivienda en Fuerte del Rey. Allí pasó sus primeros años Luis con su hermano Iván hasta que la oportunidad laboral trasladó a sus padres al Rincón de la Victoria. "Mi ídolo es Zidane" dice y sorprende puesto que él no ha convivido con la etapa de jugador del francés pero YouTube está demasiado presente en la vida de los niños. 

Dentro de veinte años se ve no sólo dedicándose al fútbol sino jugando en el Madrid, aspiración sensata para una pequeña cabeza con las ilusiones puestas en el cielo pero sobre todo se ve pasándolo bien con un balón pegado al pie.

 Sus padres no tienen prisa ni quieren precipitarse en cambiar ya el rumbo de su hijo porque ante todo pretenden algo básico y lleno de sensatez: " queremos que sea feliz ". Un pensamiento muy maduro que hará elegir la mejor opción a Luis, que podrá llegar a ser futbolista o no, que jugará en el Madrid o no pero que seguro le hará recordar con una sonrisa esa etapa mientras alcanza todo lo demás.