"Mi humilde homenaje a Paco Serrano"

Miguel García // @millsjaen

Mañana del 23 de diciembre. Vísperas de Navidad. Preparativos y últimas compras. Me llega un mensaje de Whatsapp: "Me han dicho que ha fallecido Paco, vuestro compañero de Canal Lagarto". Me empieza a entrar un intenso frío por el cuerpo. Empiezo a preguntar para confirmar la triste noticia con la esperanza de que solamente sea un rumor o una confusión. Pero no, todo empieza a cuadrar y contrasto que es verdad. Entonces me vienen recuerdos suyos a la cabeza. Ni uno malo. Todo buenas acciones, palabras, favores desinteresados... Hombres como Paco hay pocos. La bondad personificada.

A Serrano lo conocí a través de este medio allá por 2015. Me acuerdo de las conversaciones con él antes de entrar a ver al Real Jaén. Siempre le tocaban entradas o camisetas en los sorteos de Twitter y Facebook. Todos nos alegrábamos y le decíamos con sorna: "¡Qué suerte tienes Paco, deja algo para los demás!". Y así lo hacía. Compartía las invitaciones sin pedir nada a cambio. Siempre grabando vídeos para que los aficionados pudieran ver casi en directo los goles y mejores jugadas de los partidos de fútbol y futsal. Su generosidad era infinita.

Seguidor del Real Jaén, del Jaén Paraíso Interior y de la Real Sociedad. El año que nació su hija su corazón se volcó con ella. Ya tenía otro amor más al que adorar. Bajaba siempre a La Nueva Victoria y a La Salobreja con su "Tamagotchi", hasta que se sacó el carnet de conducir. Lo pasó a la primera. Me alegré como si hubiera sido yo el aprobado.

Este año de la pandemia, no se sabía aún si se podía entrar a los estadios y pabellones. En verano había que confirmar las personas de Canal Lagarto que iban a ir a cubrir los partidos del Jaén Paraíso Interior. Sin dudarlo pensamos en Paco como la persona ideal. Hacia su persona no cabía el egoísmo. Se lo merecía más que nadie. 

Amigo Paco, el "bicho" te ha quitado de nuestro lado. Te has ido como viviste, sin hacer ruido. Dicen que cuando las personas nos dejan, todos comentan que eran buenas.  Contigo esto se cumple hasta el infinito. No eras bueno, eras excelente. Que el Señor te tenga en su santa gloria. Estoy seguro que en el cielo te abrirán las puertas sin dudarlo. 

"Quien pasó por nuestra vida dejando luz, ha de resplandecer en nuestra alma para la eternidad".

"Sit tibi terra levis..."