Alberto González: sentido y electricidad
Samuel Armijo // @desdelabarrera
González comenzó la pasada campaña en el Real Jaén y pronto se ganó el favor de un público hastiado del juego de elaboración y pase horizontal de la etapa Crespo. El técnico malagueño proponía un 1-4-3-3 con Monti como pivote aunque la irrupción de Marcelo haría modificar sus planes para encajar al sevillano. Juanma sería el nuevo 5 con el propio Marcelo y Fran Hernández como volantes lo que hace indicar el tipo de juego que quería el entrenador. Más tarde Gabri llegaría al club blanco como pivote indiscutible y Juanma volvería a su posición habitual de 8.
El Linares Deportivo apuesta por Alberto González para su nueva etapa en Segunda División B. Jesús Medina y Miguel Linares rompieron su relación con Juan Arsenal y confían el proyecto azulillo a un entrenador joven, dinámico y con gusto por el fútbol vertiginoso.
Ya desde la primera jornada se intuían las intenciones de González buscando en el saque inicial balones largos a sus extremos para ganar la espalda a los laterales. No duda en elegir el juego directo y eléctrico con la premisa de la velocidad para sus opciones ofensivas. AG no titubea a la hora de preferir un pase a cuatro para llegar a meta rival.
Aunque no debemos confundir el término juego directo con pelotazos. Con un centro del campo como el citado anteriormente difícilmente se puede jugar mal al fútbol, su idea viene relacionada con la opción de obtener rendimiento del peligro inmediato. Hace unos días en su presentación declaraba “cuantas más veces se llegue al área rival más opciones de marcar se tiene” y por ahí van los tiros.
Encrucijadas forasteras
Tal vez el debe de González en su etapa en la capital fue la capacidad del equipo lejos de La Victoria. Si bien solía sacar los resultados no lo hacía de manera convincente, le costaba adaptarse a situaciones diferentes a las presentadas en campo propio con amplias dimensiones y como actor principal en el desarrollo del juego.
Del mismo modo habrá que calibrar la entereza del nuevo Linares con equipos de poderosos puntas. Uno de los peores recuerdos del técnico en el pasado ejercicio fue la goleada por 1-4 del ahora su equipo donde Arsenal desnudó con juego directo a Ramón, uno de los centrales ese día del cuadro blanco y que llegaba tras lesión. La espalda es el punto a cuidar y más en una categoría como la B, donde tendrá que sacar el bisturí para perfeccionar un sistema que en Tercera te permitía una vida extra.
En su haber la proyección de Lobato y Mauro, dos centrales que volaron con el técnico malagueño y se marcharon a mitad de temporada a equipos de superior categoría y también “apañarse” con delanteros que no rindieron de la forma esperada como Vela y Miguel Martín.
Los laterales, en sus equipos, son prácticamente extremos. Tanto Ocaña como Juanjo, hasta su lesión, abrían mucho el juego cuando las defensas rivales se empeñaban en cerrar todos los pasillos interiores y obturar esa electricidad que tanto gusta a González.
El técnico azulillo tiene ante sí un reto importante, veremos si puede imponer su idea y si tiene herramientas para conseguirlo.
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