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Arturo Quero "La afición es la única en este momento que puede conseguir la salvación"

Arturo Quero // @ArturoQuero84



Si hay algún equipo del que se haya hablado últimamente en los medios de comunicación, ese es el Unionistas de Salamanca CF, y tengo que reconocerles que me genera bastante envidia. No digo esto porque haya jugado con el Real Madrid en Copa del Rey (nosotros estuvimos muy cerca de estar en su lugar y lograr una auténtica hazaña), sino porque es un club donde sus aficionados toman las decisiones más trascendentales dentro del mismo.

Un club donde el himno, el escudo o el diseño del uniforme han sido elegidos por sus socios. Los aficionados son el eje en el que gira el fútbol. Envidia sana.
Desde que el Real Jaén se convirtió en sociedad anónima deportiva en el año 2001, el club ha mantenido un modelo de gestión personalista, en el que cada uno de los máximos accionistas que de forma sucesiva han presidido esta entidad, han contribuido con su granito de arena a llevar al club a la situación límite en la que nos encontramos. El Real Jaén atraviesa su peor momento deportivo (tercera temporada consecutiva en la cuarta división nacional) e institucional (con una resolución judicial solicitando su disolución a instancias de la TGSS). Es evidente que este modelo de gestión ha fracasado.
Las últimas tres temporadas no hacen más que reforzar esta idea. El Real Jaén desciende a Tercera División como consecuencia del total abandono institucional que sufre el equipo, y una vez que Tomás Membrado y Andrés Rodríguez se hacen cargo del club, éste se convierte en un auténtico despropósito. Más de 30 jugadores y tres entrenadores pasaron por el Real Jaén durante la primera temporada, con despidos por motivos diabólicos (llevar el dorsal número 6) incluidos. La afición blanca padeció hace unos días el enésimo volantazo de una directiva sin rumbo y totalmente a la deriva con el despido nuevamente de tres jugadores fundamentales en esta plantilla…y parece que no serán las últimas bajas en el equipo. Un auténtico proyecto deportivo con mayúsculas con el objetivo de llevarnos a Primera División en unos años.
En el ámbito institucional, la ampliación de capital, que está siendo un auténtico fracaso (el segundo en tres años), nos deja dos conclusiones: la pérdida de confianza de la afición en Andrés Rodríguez y una planificación desastrosa de la misma con acciones a 30 €. La situación que vive el club requiere de directivos con capacidades y dotes de liderazgo, y el actual presidente ha demostrado en estas tres últimas temporadas que carece totalmente de ellas para sacar al Real Jaén de este pozo. Tan grave es la situación en la que nos encontramos que el propio presidente ha llegado a reconocer que la liquidación del club es inminente y sigue sin tener ninguna solución que aporte estabilidad al Real Jaén después del tiempo que lleva al frente de su gestión.
El próximo día 11 de febrero hay programada una segunda reunión con el alcalde de Jaén. Ese día debe ser el último del Sr. Rodríguez como máximo accionista del club. El Real Jaén tiene que volver a ser de sus socios, de sus aficionados, de los que sufren en los 90 minutos que dura un partido.

La afición es la única en este momento que puede conseguir la salvación (lo está demostrando mediante la Comisión Real Jaén). Será ella la que aporte la estabilidad institucional necesaria para sentar las bases de un proyecto deportivo sólido y coherente. Es necesario otro modelo de gestión y existen fórmulas para conseguirlo, los clubes de accionariado popular así lo demuestran. Posiblemente la temporada esté perdida después de lo visto en las últimas jornadas de competición, ya que con la plantilla que tenemos es complicado aspirar a jugar los playoffs de ascenso, pero será un éxito si conseguimos un Real Jaén de todos. Dijo Tomás Membrado que el Real Jaén será lo que sus aficionados quieran. Que así sea.

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