Seis años, tantos como innecesarios
Sergio Cruz // @CanalLagarto Que mi afición por el Real Jaén viene de muy atrás no es nuevo, pero como en alguna ocasión he comentado... todo aquel aficionado que vive tan de cerca un equipo es porque alguien en algún momento le fue inculcado.
Twitter me descubrió una enorme ventana para estar informado de mi Real. Un registro y casi sin querer iniciaba lo que hoy es CanalLagarto. Al poco tiempo un ser querido se marchaba, alguien muy importante y el cual seguro le hubiese encantado ir conmigo de la mano.
Su pasión y forma de ser encajaría perfectamente, otro loco de aquellos que poco nos importan los kilómetros por ver nuestro equipo. Estuvo en Gramanet, Torrelavega, Orense o en Navalmoral de la Mata. Estaba cuando se dice que más necesita un futbolista de su afición, en los momentos difíciles para mantener una categoría o en la otra punta de España intentando escribir un nuevo relato glorioso en la historia del Real.
Se enfundó la camiseta del Real en las categorías inferiores. Un aficionado de aquellos que si le hablas de su equipo te topas con la iglesia.
Se tiene muy presente en mi día a día, y hoy seis años después sigue en mi recuerdo tan vivo como el primer día. Su pérdida me hizo ver su grandeza y lo importante que es saber lo que vale una lágrima.
Recuerdo también aquel equipo que rindió minuto de silencio por su memoria, los mismos que con el balón en juego hasta tres veces levantaron la camiseta de David con el 10 y la del lesionado Alberto Cobo. Un desaparecido Lucena fue la victima.
Juanma Espinosa y Mario Martos hoy vistiendo la camiseta del Real seguro que recuerdan esto que hoy cuento. Acabarían ascendiendo.
Siempre seguirás presente en mi blog, por eso quería hoy seis años después de irte dedicar algo para que tu recuerdo sea más latente.
Twitter me descubrió una enorme ventana para estar informado de mi Real. Un registro y casi sin querer iniciaba lo que hoy es CanalLagarto. Al poco tiempo un ser querido se marchaba, alguien muy importante y el cual seguro le hubiese encantado ir conmigo de la mano.
Su pasión y forma de ser encajaría perfectamente, otro loco de aquellos que poco nos importan los kilómetros por ver nuestro equipo. Estuvo en Gramanet, Torrelavega, Orense o en Navalmoral de la Mata. Estaba cuando se dice que más necesita un futbolista de su afición, en los momentos difíciles para mantener una categoría o en la otra punta de España intentando escribir un nuevo relato glorioso en la historia del Real.
Se enfundó la camiseta del Real en las categorías inferiores. Un aficionado de aquellos que si le hablas de su equipo te topas con la iglesia.
Se tiene muy presente en mi día a día, y hoy seis años después sigue en mi recuerdo tan vivo como el primer día. Su pérdida me hizo ver su grandeza y lo importante que es saber lo que vale una lágrima.
Recuerdo también aquel equipo que rindió minuto de silencio por su memoria, los mismos que con el balón en juego hasta tres veces levantaron la camiseta de David con el 10 y la del lesionado Alberto Cobo. Un desaparecido Lucena fue la victima.
Juanma Espinosa y Mario Martos hoy vistiendo la camiseta del Real seguro que recuerdan esto que hoy cuento. Acabarían ascendiendo.
Siempre seguirás presente en mi blog, por eso quería hoy seis años después de irte dedicar algo para que tu recuerdo sea más latente.
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| estadio de La Balastera (Palencia) |
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