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"Os esperamos el sábado en el municipal de San Blas"

Samuel Armijo // @desdelabarrera                     Juan Fernández Alarcón (Villanueva del Arzobispo, 1958) fue el primer capitán de la historia del CD Villanueva en Tercera División. Una carambola llevó a un equipo para el recuerdo a estar en lo más alto de su memoria y pelear la Copa del Rey al Málaga de Primera. Central inteligente, líder, "fiscalizador de vestuarios" y muro para los aprovechados brilló comandando la defensa de una generación que se forjó en los colegios y gracias a los maestros. Amante del tenis, llena ahora el vacío que nunca dejó al retirarse del fútbol con sólo 26 años y esparce cuidadosamente su destino en unos cuantos folios que resumen  su vida. Cogía los carteles en todos los pueblos donde jugaba su equipo porque "sabía que estábamos haciendo historia" y se siente profundamente orgulloso de su trayectoria en el mundo laboral. Su devenir bien podría ser el de un pueblo que recibe este sábado a los veteranos del Real Jaén en San Blas pero antes, un café sin nada de pavo y desdelabarrera.


Samuel Armijo La entrevista   (Tomamos asiento y Antonio Lucas Mohedano, ex presidente del Real Jaén, toma la palabra)
...yo recuerdo cuando fuimos a Villanueva y firmamos a Tartilán volviendo en un hotel de Villacarrillo...

-Don Antonio, ahora iremos a eso, pero empecemos por el principio y con nuestro invitado, ¿cómo era Alarcón como futbolista?

(Juan Alarcón) Pues era un defensa de confianza, seguro, con visión de juego y que iba muy bien en el juego aéreo. Lo cierto es que tenía buen trato con la pelota y técnica en el pase, jugaba de central puro con el número cuatro o cinco. Siempre salía muy vendado al campo, los tobillos sufrían en esos alberos, había que hacer un sobre esfuerzo grande.

-Usted comandó la época más dorada de su club.

Sí, empezamos en el 78 y fuimos campeones en la provincia, conquistamos todas las comarcas hasta que llega el famoso año 83. La temporada anterior fuimos campeones de Preferente y ese septiembre desapareció la AD Almería, al Fuengirola lo ascendieron a 2B y nosotros ocupamos el puesto en 3ª. Fue todo muy rápido, muy sorpresivo pero teníamos una gran directiva con gente como Felipe Navarrete, Viliado Varela, Juan Tamargo... empresarios que volcaban su tiempo y sus recursos en el club y se movían bien. El ambiente del pueblo jamás lo olvidaré, toda la semana se esperaba el partido del domingo e incluso cuando íbamos fuera venía siempre un bus. El presidente pensó en Julio Fernández Chicote que estaba sin equipo y tenía una gran experiencia como entrenador en esas categorías y firmó por el Villanueva. Se trajo a sus jugadores de confianza, Carriquí, Crespo, Carles...y del pueblo sólo nos quedamos tres, Carrero, Chemi y yo. Hasta ese momento nuestro equipo había sido de gente de la zona y partir de ahí cambia esa situación. La gente del pueblo se identificó mucho con el equipo...

-Pero, resulta llamativo cuando sólo dejan a tres del pueblo...

Sí, pero entendieron que la 3ª era muy exigente y se necesitaban jugadores con experiencia, la verdad que el pueblo se volcó, somos gente con devoción por lo nuestro y ese era nuestro equipo. Villanueva es muy trabajadora, emprendedora, con mucha raíz.

(Lucas Mohedano) Y con la mejor Radio de la época, EAJ32
(Alarcón) Es cierto, todo aquello se puso en valor con el fútbol, ese impulso nos llevó en volandas, fue una época entusiasta. También te digo, fue un reto, de repente estabas una categoría por encima. El Ayuntamiento nos ayudó mucho y entre todos convertimos la incertidumbre por la situación en realidad y pensamos que habíamos conquistado la provincia y ahora íbamos a conquistar Andalucía. Pero además, el Villanueva no sólo era reconocido porque ganara más o menos sino por su juego, veníamos de cuatro temporadas haciendo las cosas muy bien y traíamos impulso.

(Lucas Mohedano) ...el impulso de ese campo de Los Chiles a la salida del pueblo...
(Alarcón) Bueno, eso fue mucho antes, Antonio. Tú te refieres a los años 60, donde hosteleros, mecánicos, herreros jugaban en ese campo. Sin ir más lejos, Samuel, Esteban Rivas jugó en esa época, lo conoces ¿no?

-(Risas) Claro, ¿de verdad jugó? no tenía noticias...

Sí, y muchos que después hicieron mucho por el fútbol en el pueblo ayudando económicamente. Desde esos años hasta 1978 hay un vacío de fútbol en Villanueva, hay un  parón pero surge una generación, la mía, que vemos a todos ellos jugar y que empezamos a ilusionarnos con el deporte. Salíamos del colegio, íbamos a ordeñar vacas o a ayudar al carpintero y nos íbamos a jugar. Llegábamos a las tantas a la casa y nuestros padres no sabían si estábamos vivos o muertos, ¡nos daban unas cachetadas! pero yo creo que era del pánico que pasaban hasta que nos veían sanos y salvos. 
Como digo, en esos años no hay fútbol porque no hay organización, algo que se solventa desde algunos colegios como SAFA. Primero el Padre Baena se preocupa por el deporte en el pueblo pero es Antonio Domínguez el verdadero precursor del fútbol. El campo de San Blas, que por cierto se inaugura en el 78 en un terreno de cereal, podría haberse llamado perfectamente "Antonio Domínguez". Él nos organizó y empezamos a competir en ese año 78, La Puerta de Segura y Beas eran nuestros rivales más fuertes por entonces, Urbano ya estaba por ahí con su camiseta amarilla con el 2 a la espalda, ¡menudo pelotero!

(Lucas Mohedano) Y Torafe...
(Alarcón) No, Torafe es un pueblo amigo. Bueno, la semana pasada subimos a la Virgen de la Fuensanta y se la querían quedar (risas) Nuestra rivalidad fuerte siempre vino con el Villacarrillo.
(Lucas Mohedano) Juan, hablabas de la labor de los maestros. Desde que no duermen en los pueblos ¡cómo ha cambiado la cosa!
 (Alarcón) Para nuestro pueblo su labor fue vital para los deportes e imagino que en muchos pueblos donde tú has desempeñado tu función de maestro también.

-Bueno, volvamos a septiembre del 82.

(Alarcón) Como decía, tuvimos que hacer un equipo con las urgencias del calendario. Nuestro presupuesto era de diez millones de pesetas. Empezamos muy bien, fuimos líderes hasta la jornada 6 e imagínate el pueblo, estaba loco con nosotros. Chicote se apoyaba mucho en mí porque yo era un jugador serio y formal, fue muy listo. Algunos de los jugadores que el traía eran casi "ríe pueblos", sacaban todo lo que podían y se iban y no quería que se rieran del mío, así que desde el primer momento puse las cosas claras a pesar de mi juventud. Era el capitán y debía ser ejemplo, y la verdad es que en Villanueva rindieron. 

-¿Cómo era Chicote?

Era un entrenador experto, exigente sobre todo su primer año en cada plantilla, luego tal vez se diluía un poco. Le gustaba la disciplina y se apoyó en quien debía. 

-Además, tú juegas desde el primer día.

Sí, juego 37 de 38 partidos, el míster tenía plena confianza en mi y juego todo. Yo tenía en mente incluso la imagen del equipo. En el vestuario surgen cosas pero las solventábamos dentro, yo era un fiscalizador del grupo, tenía autoridad moral, ascendencia y cuando ya no estaba ese grupo degeneró. 

-Y esa temporada ¿cómo acaba?

Quedamos terceros, fuimos la revelación. El campeón fue el Linense, en la penúltima jornada nos jugamos el liderato allí y perdimos pero declararon día de pago cuando fuimos, como en otros muchos campos.

(Bonoso) Y os clasificáis para la Copa en esa histórica participación.

-Sí, la temporada siguiente jugamos la Copa, era un premio a nuestro trabajo, decíamos "es que nos lo merecemos". Imagínate cuando nos dicen que el bombo nos ha deparado al Málaga de 1ª, aún se me ponen los pelos punta. Yo creo que fue la noche más espléndida de la historia del fútbol en el pueblo, pusieron gradas supletorias y se metieron 4000 personas en San Blas. El ambiente de esa semana no lo puedo olvidar, fue un reconocimiento a nuestra labor. Pero que os digo algo, ese ambiente era muy parecido al de cada domingo, con más gente pero con el mismo encanto, el fútbol supuso una lanzadera social para la zona. Nos venía a ver gente de pueblos cercanos y se hablaba del equipo en todos los alrededores. 

-Marcarías a Toto esa noche.

No porque no jugó. Perdimos los dos partidos, la diferencia física era muy grande, pero para nuestra memoria queda aquello, y esas tardes de otoño con el bullicio de la gente en los bares antes del partido...

-A mitad de esa temporada decides que el fútbol se acabó a pesar de tener sólo 26 años.

Sí, yo había aprobado la oposición de Endesa en Jaén, mi obsesión era resolver mi futuro, estudiaba, trabajaba y jugaba al fútbol. Me costó mucho esfuerzo, recuerdo que fui a Jaén en autobús y era la primera vez que iba a la capital, fue un cambio brusco. La gente del club y en el pueblo no lo podían creer, no tuve asesoramiento externo para compaginar el trabajo y el fútbol y puede que toda aquella situación me pasara factura así que decidí retirarme y tener una vida plena en lo laboral.

-Pero ese hueco, ¿no lo llenas?

No, porque ya me sentía lleno, igual fui un poco conformista pero sentía que mi labor en el fútbol ya estaba hecha. Fui muy radical, no tuve flexibilidad conmigo mismo, igual hubiera llegado alguna vez al Real Jaén, yo creo que hubiera jugado seguro. Pero mirando hacia atrás siento que he triunfado profesionalmente porque hice las cosas bien y el "Alarcón" futbolista siempre irá dentro de mí. (Coge su CV profesional) Éste sí soy yo, el jugador también pero me reconozco  plenamente en mi parcela laboral.  



-Después llegan los enfrentamientos con el RJ donde Alarcón ya no está, pero Kike sí...

(Lucas Mohedano) Y yo...(risas) Recuerdo que era la primera visita oficial del club, año 86, así que yo fui el presidente de ese histórico día. Antoñete era el entrenador de urgencia porque destituimos a Lucena y me acuerdo que estábamos comiendo marisco en un bar del centro.

-¿Segarra?

Sí, ahí. Llegó Felipe Navarrete, le iba la "marcha" y estuvo toda la comida diciéndome que cómo que el Real Jaén iba a jugar a los pueblos. Yo le decía que, encantadísimo de visitar los pueblos de mi provincia. Ganamos ese día y al irnos aún me decía "¡que sois muy malos!" (risas).
A la vuelta paramos en Villacarrillo, habíamos quedado con Tartilán y firmamos allí. Apareció Eduardo Oliver, que ya estaba "danzando" y soltó la noticia.
(Alarcón) A mí siempre me entrevistaba su hermano Antonio.

-Kike, la temporada siguiente el RJ asciende allí.

(Bonoso) Sí, 87-88, ganamos y ascendimos y el Villanueva descendió. Yo vi el partido con David Ordoñez, justo dos meses antes de su fatal día.

-Ahí comienza el declive de esa generación y también una animadversión para con el RJ.

(Bonoso) Pues no sé donde puede nacer eso y nunca lo noté, tendría que mirar en mi archivo.
(Alarcón) Es cierto que se mira con cierta distancia a la capital, tal vez porque somos un pueblo con mucho ego y aquel día ayudara a agrandar esa situación pero no creo que fuera a más. 

-Pues gracias a los tres y el sábado estáis citados en San Blas.

(Alarcón) Gracias a ti, Samuel. Allí estaremos, la historia del Villanueva es irrepetible, el ambiente es irrepetible pero siempre es bueno recordar esos tiempos.



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1 comentario:

  1. Por mi amigo «Alarcon» conozco su vida deportiva, muy próxima a otro «duende» como es Antonio Lucas. Entrecomillo Alarcon, por que desconocía su nombre artístico y su historia deportiva. Hoy, si antes me sentía honrado con su amistad,ahora tambien me siento orgulloso al conocer esa historia futbolística cerca de mi gran amigo Antonio Lucas. A ver si algún dia conseguimos (iba a poner podemos pero suena fatal) juntarnos a hablar, que estoy seguro que con esta gente la cerveza sabe mejor. Mi admiración y respeto para ambos.

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