Header Ads

Ramón Martínez "¿Arellano? El domingo es un partido para agrandarse"

Samuel Armijo // @desdelabarrera   Ramón Martínez Merino (Jaén, 1960), con 130 partidos, es el portero con más encuentros en el Real Jaén. Su fuerte personalidad le hizo chocar con algún entrenador y entre los compañeros era conocido por no conceder segundas jugadas. Padre numeroso, hace un mes, recibió un sentido homenaje en Melilla donde hizo historia como "Zamora" nacional. Trabajador incansable, tiene una memoria tan prodigiosa como su estampa debajo de los palos y su salario, aunque no revelable, pudo ser un escándalo de la época de haber aceptado la renovación melillense. Su espina clavada es de boquerón de Primera en el fin de semana más triste de su vida cambiando el Real Madrid por el Torremolinos y guarda buen recuerdo de su última etapa en Linares donde David le arrebató el ascenso para el Moralo. Tratamos pues a un portero altamente autorizado en la meta del RJ. Arellano, buen espejo donde mirarse. Ramón se ajusta los guantes, sacude sus tacos y  saca desdelabarrera.


-Ramón, tú has ascendido a Segunda División B con el Real Jaén.

Sí, ascendimos en Villanueva del Arzobispo, ganamos 1-2 con gol de Mateo. Esa temporada nos paseamos, el segundo clasificado fue El Ejido y les ganamos 6-0 aquí y 0-4 allí osea que imagínate. Ahora es diferente, pero no porque haya mejores equipos, antes había mejores plantillas sobre todo en 2B.

-Arellano se encontrará el domingo con un bonito reto.

No lo he visto demasiado, no sigo el fútbol ahora porque me da muchísima envidia, sólo el olor a césped ya me mata. Un portero, en esos partidos, si es portero de verdad se agranda. Tiene que salir tranquilo y pensando sólo en jugar porque tendrá todas las miradas encima. En el fútbol, para un jugador, hay dos tipos de presiones, la del miedo escénico y la de los insultos de la gente pero, como digo, yo me agrandaba con más adversidades y ahí es donde se ven los porteros de verdad.

-Tú de pequeño,  ¿ya tenías claro que querías ser uno de ellos?

Empecé por casualidad. Mi padre entrenaba al equipo de San Felipe y le faltaba portero y me puso a mí con 8 años. Después jugué en Skol Oje...

-¿Tú también?

Sí, la verdad que por ahí han pasado todos, Anquela, Toto...todo aquel que ha despuntado por esa época pasó por ahí. Igual que por Plastidux. Como no había cadetes pasabas de infantil a juvenil directamente y con 15 años llegué al RJ. Al año siguiente ya estaba en la primera plantilla en Segunda División A. Fíjate, dos meses antes estaba saltándome la tapia para verlos y ahora era parte de la plantilla. 

-Con esa edad casi que no tuviste tiempo de imaginarte un futuro en tu equipo.

No te creas, antes te hacías hombre mucho antes. Yo, con 14 años, dejé de estudiar y entré como aprendiz de carpintero, igual que Toto y otros muchos. Con esos años ¡ya éramos tíos! y ya habías pensado en lo que te gustaría ser. Todo ha cambiado, cuando cumplí la mayoría de edad ganaba cinco veces lo que mi padre.

-En tu primera etapa en el RJ no eras habitual aunque después te conviertes en el meta con más partidos.

Así es, pido que me dejen salir porque no jugaba demasiado, me ponían  y cuando perdíamos un partido me quitaban aunque no hubiera fallado y no miraban los cinco que habíamos ganado antes. En esa época me tiraban hasta mis compañeros.

-¿Cómooo?

(Risas) Vino Serrano, un defensa sevillano buenísimo pero cada vez que me ponían me metía un gol, era increíble. Pero sin exagerarte cinco o seis goles me metió. En Valdepeñas, en un córner, me dijo un compañero "tápalo, tápalo" refiriéndose a Serrano y el árbitro me sacó tarjeta por reírme. Sacaron el córner y Serrano me remató al larguero y le digo al árbitro "¿ves cómo no era broma?" y se tuvo que reír él también. 

-Y te vas a Melilla.

Sí. Como te decía yo quería comprobar si sería futbolista de verdad porque había jugado en nuestro filial Iliturgi, había estado cedido al Burgos y pienso en irme allí. A los seis meses me pidieron que volviera pero yo me dije "para qué volver y estar como antes" y me quedé esa temporada en Melilla. El RJ se jugó después el ascenso con el Antequerano en casa en aquel famoso partido. Al año siguiente me fui al Madrileño pero estaba Abel, que tenía mi misma edad, y me cedieron precisamente al Antequerano y adivina donde juego.

-No puede ser.

Sí. La temporada siguiente juego en La Victoria con el Antequerano después de haberles privado de ascender. Imagínate el ambiente y conmigo siendo de aquí. En el fondo me dijeron de todo, perdimos 1-0 con un gol de Camuel en los minutos finales pero creo que hice uno de los mejores partidos de mi vida. Por eso te comentaba que en ambientes así si te agrandas es que sirves para esto. 

Cuando acaba la campaña vuelvo a Melilla y ya si me quedo, asciendo a 2B y soy Zamora de todas las categorías del fútbol español, 9 goles en 42 partidos. Estando allí, el Málaga llama al club porque quieren ficharme. Nos reunimos en el Málaga Palace pero el Melilla quería más dinero y no deja que me vaya a Primera División. Ese fin de semana jugamos en Torremolinos y el Málaga recibía al Real Madrid, imagínate de poder estar en La Rosaleda contra el Madrid a jugar en Torremolinos...nunca pude perdonarlo. El presidente me dijo "si te dejo ir y no subimos me echan de Melilla", me ofrecieron el doble de mi sueldo a final de temporada pero me vengo a Jaén cobrando tres veces menos. Aquí ya había dado mi palabra, vivía mi familia y pensé que si me echaba para atrás igual no se lo tomaría bien la gente a pesar de venir con la obligación de ascender con más presión y mucho riesgo. Igual me equivoqué, puede ser. 

-Y en esta etapa ya sí eres dueño de la portería con todas las de la ley.

Lo cierto es que jugué siempre, sí. Subimos ganando casi todo, al año siguiente nos mantenemos con Tartilán y a final de curso me quiso el Lorca, apalabré un contrato, de hecho me dieron un millón de pesetas, pero al día siguiente salió el tema en Prensa y el Jaén me firmó tres años con un muy buen contrato y tuve que devolverle el "kilo" al Lorca (Risas).

En la 89-90 bajamos empatando a puntos con tres equipos de nuestro grupo y dos de otro. Ganamos el último partido en Tomelloso 0-5 pero no tuvimos suerte.

-Con Manzano en el banquillo, ¿no? ¿es cierto que le llamaste hombre de paja?

Sí, me equivoqué al decirlo públicamente pero prefiero no hablar de eso. Me quedo con otros entrenadores como José Víctor, el mejor que he tenido, o Sosa. Bueno Sosa era un espectáculo en el banquillo, ¡tenía unas cosas! Recuerdo un partido en el Bernabéu frente al Castilla, empatamos a uno con gol de Gallego de penalti y Pedraza de falta que se traga Agustín. Iba Rincón por la banda y al llegar a la altura de nuestro banquillo coge Sosa y le pega un "churretazo" de agua y me tira el bote a mí. Llega el árbitro y me saca tarjeta y le digo al míster "pero, ¿por qué me lo das a mí?" y me contesta "porque a ti  te sacan tarjeta, a mí me echan 17 partidos". 

Era un caso. Cogía la pelota alguien de nuestro equipo y le decía "correeeee....que tu mujer está con tal...." Bueno y la mejor fue un día que estaban asfaltando el Gran Eje y pasó con su coche. Estaban poniendo conos y en los equipos todavía no había esas cosas. Frenó el coche y metió todos los conos en el maletero parándose uno a uno. Al rato aparecieron dos policías locales en el entreno para que se los devolvieran. Dijeron "¡pero hombre como coge usted esto de la calle!" (Risas)

-Siempre dices que antes no te expulsaban así porque sí.

Y es que era así. Por una acción con el pie no te echaban jamás, tenía que ser una agresión, un puñetazo...

Pero bueno te sigo contando. En el verano del 90 el Linares me quiere y cuando llega la presentación del RJ me dice Juan León que si quiero presentarme que me baje medio millón el sueldo. 

 -¿Medio kilo? ¿pero cuánto se ganaba en Tercera?

(No me permite revelarlo pero es una cantidad impropia para la época)

...Y no accedo así que decido irme. Al final el Linares baja por impagos y me quedo sin equipo. Me voy al Iliturgi y en diciembre viene Tolo y hacemos buen papel. Estuve unos años por aquí, en la 93-94 pensé dejarlo pero Antonio del Moral va a Los Villares y me convence. Después me firma el Martos para la fase de ascenso.

-Y en tus temporadas en Linares vives una segunda juventud.

Ese equipo merecía ascender. Yo no tenía pensado jugar pero me topé con el secretario técnico y me dijo que me fuera con ellos. Estuvimos a punto de subir en el último partido frente al Moralo y al año siguiente, igual contra el Conquense. Después juego en Mancha Real y me retiro con 40 años.

-Tú siempre fuiste un portero valiente.

Conforme pasan los años, la experiencia hace mucho. Yo tenía personalidad y no me gustaban los entrenadores que leían la alineación escrita por el presidente. Yo intentaba sacar rápido y debajo de los palos creo que iba muy bien. 

Mis referentes siempre fueron porteros fuertes en el marco como Iribar, Maier o Arconada, al que no se le reconoció justamente. En el gol de Platini se le escapa por intentar blocarla, ahora nadie la intenta coger. Tú pregúntale a algún jugador que haya jugado conmigo y todos me recordarán como "el portero sin rechaces". 

Ahora parece que todos los porteros tienen que saber jugar con los pies y lo principal es parar, estamos sujetos a modas. Cuando llegaron los entrenadores sudamericanos estaba de moda hablar sin artículos, luego llegan los filósofos, había que ser "profe" para entrenar...un entrenador ha tenido que ser jugador, es eso matemático.

-Tienes muchos hijos, ¿ninguno te sigue?

Sí, tengo cinco. Alberto jugó en todas las categorías inferiores del Real Jaén y ha jugado hasta hace poco. Álvaro sí juega contigo, ¿no?

-(Risas) Nosotros no jugamos, damos pelotazos a algo redondo. ¿Una reflexión final?

Pues estoy agradecido al fútbol pero creo que el fútbol me debe algo.

-Tú sí me debes a mí un café, que nos hemos quedado en la comida por tu prisa y se ha hecho corto.

Prometido.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.