Juan Antonio Águila nos descubre a Nestor
Juan Antonio Águila // @Juanaguila1973
Néstor Porfirio García Villalba (Guarambaré 26-02-1947). De nacionalidad paraguaya, Néstor empezó su andadura en el River Plate de Asunción, allá por el año 1963, donde llegó a jugar en primera división. En 1968 se proclamó campeón juvenil con Paraguay, echo que siempre recuerda con mucho cariño.
Estando allí en tierras gallegas, el jugador Antonio, un volante zurdo de aquel mítico Pontevedra, le puso el apodo de “Pacha”.
Tras dejar el Pontevedra, llegó el fichaje de Néstor por la UD Salamanca dos temporadas, 71-72 en tercera y 72-73 en segunda. Recuerda que el Salamanca tenía un gran equipo, por aquel entonces. Con jugadores como Aguinaga (que luego llegaría al Real Jaén), Sánchez Barrios, Pita, etc…
Estando en tierras salmantinas, Néstor entabló muy buena amistad con toreros como El Viti, Julio Robles o el Niño de la Capea.
Con mucha nostalgia Néstor dejaba el equipo Salmantino para recalar en el Real Murcia en la campaña 73-74. El equipo pimentonero en aquella temporada estaba dirigido por Felipe Mesones, todo un maestro en el mundo de los banquillos. Néstor pasó una gran temporada en el equipo murciano y siempre lo recordará y a compañeros como, Oregui, Herrero, Verza, Cristo, Canito, etc…Gran plantel el que tenía el Real Murcia aquella campaña. El paraguayo Néstor jugaría una decena de partidos en el equipo pimentonero.
Jugó alrededor de 30 partidos con la zamarra blanca. Era un defensa fuerte y no exento de técnica.
Néstor Porfirio García Villalba (Guarambaré 26-02-1947). De nacionalidad paraguaya, Néstor empezó su andadura en el River Plate de Asunción, allá por el año 1963, donde llegó a jugar en primera división. En 1968 se proclamó campeón juvenil con Paraguay, echo que siempre recuerda con mucho cariño.
Llegaría a España, gracias a la ayuda de su hermano, Coronel del Ejército allí en Paraguay, en la temporada 69-70, concretamente al Pontevedra de primera división, con tan solo 19 añitos. Allí estuvo tres temporadas dos en primera 68-70 y una en segunda 70-71, bajo el mando de buenos entrenadores como, Luis Belló, Juanito Ochoa, Héctor Rial o Gustavo Biosca y compañeros como Irulegui, Odrizola, Neme, Antonio, etc…
Estando allí en tierras gallegas, el jugador Antonio, un volante zurdo de aquel mítico Pontevedra, le puso el apodo de “Pacha”.
Tras dejar el Pontevedra, llegó el fichaje de Néstor por la UD Salamanca dos temporadas, 71-72 en tercera y 72-73 en segunda. Recuerda que el Salamanca tenía un gran equipo, por aquel entonces. Con jugadores como Aguinaga (que luego llegaría al Real Jaén), Sánchez Barrios, Pita, etc…
Estando en tierras salmantinas, Néstor entabló muy buena amistad con toreros como El Viti, Julio Robles o el Niño de la Capea.
Con mucha nostalgia Néstor dejaba el equipo Salmantino para recalar en el Real Murcia en la campaña 73-74. El equipo pimentonero en aquella temporada estaba dirigido por Felipe Mesones, todo un maestro en el mundo de los banquillos. Néstor pasó una gran temporada en el equipo murciano y siempre lo recordará y a compañeros como, Oregui, Herrero, Verza, Cristo, Canito, etc…Gran plantel el que tenía el Real Murcia aquella campaña. El paraguayo Néstor jugaría una decena de partidos en el equipo pimentonero.
Tras deja el Murcia, llegaba al Real Jaén, donde estuvo dos temporadas 74-76, ambas en tercera división. Néstor en su época el Real Jaén coincidió con unas buenas plantillas y entrenadores, como Martín Vencés, José Caeiro o el gran Ruiz Sosa y grandes compañeros como “Omega” Laría, Machado, Monterde, Prados, Solaegui o el propio Sánchez Amezcua.
Jugó alrededor de 30 partidos con la zamarra blanca. Era un defensa fuerte y no exento de técnica.
Néstor tras dejar el Real Jaén ya no volvería a jugar en ningún equipo profesional, solo algún equipo comprovinciano etc…
.Hizo sus pinitos como entrenador en mi pueblo, Villardompardo CF, mediados los años ochenta y la verdad que hizo un gran trabajo y forjó un buen equipo que años más tarde se disolvía. En el pueblo se le recuerda con mucho cariño.
Al final el fútbol lo amarró a España, lo dejó en Jaén donde tiene el tesoro del afecto de la gente que lo conoce y que sabe que Néstor es un hombre de corazón enorme al que los jienenses quieren. Él forma parte de esta tierra, le corresponde ese espacio, porque cuando se entrega el cariño que él ha entregado es como fundirse en un abrazo imposible de romper. Lo trajo el fútbol y lo ha retenido el corazón.
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