Raúl Valdivia "Muchas luces y algunas sombras"
Raúl Valdivia La primavera comenzaba cuando Tomás Membrado y su equipo cogían las riendas de un club prácticamente desahuciado en todos los aspectos posibles. Las dudas entre la afición eran más que justificadas después de años de pésimos dirigentes acompañados de catástrofes deportivas y con la guinda final de un traspaso de poderes digno de una novela de terror absurda. Finalmente el tan temido descenso al infierno de la Tercera División se produjo sin que la plantilla demostrase en ningún momento que estaba capacitada para evitarlo, a pesar de tantos golpes en el pecho, pero que sí estaba muy presta para reclamar un dinero posiblemente legítimo pero a todas luces amoral.
Con la llegada de la canícula, el fantasma de la desaparición se materializaba cada vez más mientras que entre bambalinas se intentaba por todos los medios que un club cuasi centenario no desapareciese sin dejar rastro. Tras muchos dimes y diretes, el acta de defunción no fue firmada al saldarse el principal de la deuda con personajes que espero que jamás pisen esta bendita ciudad (sálvese quién pueda). Aquí llegó la primera gran luz del Membrado’s team y ni mucho menos sería la última.
Entre gran parte de la opinión pública (obviando pelotas, palmeros y nostálgicos de aquellos que nos han llevado al infierno) ha sido muy aplaudida la limpieza total y absoluta en un club podrido en todos sus niveles, con alguna que otra honrosa excepción. No es menos destacable la intervención integral que se está llevando y se va a llevar a cabo en el Estadio en el cual campaban a sus anchas especies muy variopintas de fauna y flora debido a ese estado de abandono. Eso sí, espero que el césped mejore ostensiblemente ya que es vital un buen tapete para que el equipo demuestre su valía.
Otro éxito de la nueva directiva ha sido la campaña de socios. Que en Tercera se rocen los 4000 socios es brutal (a pesar de los precios para niños). Un 10 a la directiva y, por qué no decirlo, a esta afición tan castigada por años infaustos. Interesantes los detalles del acceso a las gradas a través de PDA, del WIFI o de los post-partidos. No obstante, espero que esta última idea tan brillante no se convierta en un problema al meter con calzador esa iniciativa en sábado ocasionando muchas quejas e incomodidades a socios que trabajan en sábado o que también son socios del Jaén Paraíso Interior. Señores dirigentes, no prioricen el negocio al bienestar del socio.
Sin embargo, es ciertamente mejorable que los nuevos dirigentes hayan caído en varias ocasiones en el dicho de “Donde dije digo, digo Diego”. En la hemeroteca se puede encontrar declaraciones sobre la cantera, el horario de los partidos o la formación de la plantilla que luego no se cumplieron. Como dicen que rectificar es de sabios me parece correcto que la prudencia ante los micrófonos impere (salvo el Presidente, que debería ser menos populista en sus palabras), so pena de que alguno rabie por no tener ningún titular jugoso.
Por supuesto, no podemos dejar en el tintero el proceso de ampliación de capital y la interactividad con el sector oleícola, dos circunstancias que bien gestionadas nos pueden llevar al cielo tras el paso por el infierno. Estaremos expectantes.
¿Y qué ocurre con el plano deportivo? Porque es evidente que todos estos hechos no valdrán para nada si la pelotita no entra en el marco contrario. En principio, la plantilla parece compensada, integrando juventud con veteranía, experiencia en Segunda B y Tercera con hambre por hacerse un hueco en este mundillo, todo ello dirigido por un entrenador inexperto pero con muchas cualidades. No obstante, tras la marcha de Guacho, la lesión de Pico y la más que evidente desconfianza de Valenciano en Joserra se antoja necesario fichar un atacante más por dentro para dotar de gol a un equipo que por ahora adolece del mismo. El staff técnico tiene todo lo que resta de año para enmendar la plana. En cuanto al juego y los resultados, con desajustes atrás y un estilo todavía por asumir, por ahora lo más importante es ir sumando de tres en tres, el tiki-taka ya llegará con un buen colchón de puntos, puntos que hay que ir cosechando desde ya porque equipos como el Malagueño o el Antequera no aflojan. La derrota en Atarfe fue un accidente que no puede repetirse más veces si queremos lograr algo grande, sin olvidar que esa derrota fue doble tras el clamoroso error de no reclamar alineación indebida en plazo. Afortunadamente, quedó para las bases de datos la horrorosa racha de año y medio sin ganar fuera, eso sí, con demasiado sufrimiento ante un rival que huele a retirada prematura.
No quiero olvidarme de Migue Montes, un chaval vilipendiado y que, curiosamente, si no llega a ser por sus goles en Lleida y Manises no hubiésemos podido disfrutar de la Segunda División. Vamos Migue, ciérrales el pico a los bocachanclas. Un último detalle liguero, no me gusta que vayamos ganando y metamos un defensa por un atacante. Eso es de equipo pequeño y el Real Jaén es un grande.
Me preguntaréis por la Copa Diputación. Qué queréis que os diga, molesta perder como se perdió en Andújar pero la Liga es muchísimo más importante que estas pachangas.
En definitiva, nadie dijo que fuese fácil y si todos sumamos, plantilla, cuerpo técnico, directiva, medios y afición, (los haters, envidiosos y amargados que no molesten), no me cabe la menor duda de que éste será el inicio de un camino en el que dejaremos atrás las sombras y alcanzaremos la luz de la Liga de Fútbol Profesional.
Con la llegada de la canícula, el fantasma de la desaparición se materializaba cada vez más mientras que entre bambalinas se intentaba por todos los medios que un club cuasi centenario no desapareciese sin dejar rastro. Tras muchos dimes y diretes, el acta de defunción no fue firmada al saldarse el principal de la deuda con personajes que espero que jamás pisen esta bendita ciudad (sálvese quién pueda). Aquí llegó la primera gran luz del Membrado’s team y ni mucho menos sería la última.
Entre gran parte de la opinión pública (obviando pelotas, palmeros y nostálgicos de aquellos que nos han llevado al infierno) ha sido muy aplaudida la limpieza total y absoluta en un club podrido en todos sus niveles, con alguna que otra honrosa excepción. No es menos destacable la intervención integral que se está llevando y se va a llevar a cabo en el Estadio en el cual campaban a sus anchas especies muy variopintas de fauna y flora debido a ese estado de abandono. Eso sí, espero que el césped mejore ostensiblemente ya que es vital un buen tapete para que el equipo demuestre su valía.
Otro éxito de la nueva directiva ha sido la campaña de socios. Que en Tercera se rocen los 4000 socios es brutal (a pesar de los precios para niños). Un 10 a la directiva y, por qué no decirlo, a esta afición tan castigada por años infaustos. Interesantes los detalles del acceso a las gradas a través de PDA, del WIFI o de los post-partidos. No obstante, espero que esta última idea tan brillante no se convierta en un problema al meter con calzador esa iniciativa en sábado ocasionando muchas quejas e incomodidades a socios que trabajan en sábado o que también son socios del Jaén Paraíso Interior. Señores dirigentes, no prioricen el negocio al bienestar del socio.
Sin embargo, es ciertamente mejorable que los nuevos dirigentes hayan caído en varias ocasiones en el dicho de “Donde dije digo, digo Diego”. En la hemeroteca se puede encontrar declaraciones sobre la cantera, el horario de los partidos o la formación de la plantilla que luego no se cumplieron. Como dicen que rectificar es de sabios me parece correcto que la prudencia ante los micrófonos impere (salvo el Presidente, que debería ser menos populista en sus palabras), so pena de que alguno rabie por no tener ningún titular jugoso.
Por supuesto, no podemos dejar en el tintero el proceso de ampliación de capital y la interactividad con el sector oleícola, dos circunstancias que bien gestionadas nos pueden llevar al cielo tras el paso por el infierno. Estaremos expectantes.
¿Y qué ocurre con el plano deportivo? Porque es evidente que todos estos hechos no valdrán para nada si la pelotita no entra en el marco contrario. En principio, la plantilla parece compensada, integrando juventud con veteranía, experiencia en Segunda B y Tercera con hambre por hacerse un hueco en este mundillo, todo ello dirigido por un entrenador inexperto pero con muchas cualidades. No obstante, tras la marcha de Guacho, la lesión de Pico y la más que evidente desconfianza de Valenciano en Joserra se antoja necesario fichar un atacante más por dentro para dotar de gol a un equipo que por ahora adolece del mismo. El staff técnico tiene todo lo que resta de año para enmendar la plana. En cuanto al juego y los resultados, con desajustes atrás y un estilo todavía por asumir, por ahora lo más importante es ir sumando de tres en tres, el tiki-taka ya llegará con un buen colchón de puntos, puntos que hay que ir cosechando desde ya porque equipos como el Malagueño o el Antequera no aflojan. La derrota en Atarfe fue un accidente que no puede repetirse más veces si queremos lograr algo grande, sin olvidar que esa derrota fue doble tras el clamoroso error de no reclamar alineación indebida en plazo. Afortunadamente, quedó para las bases de datos la horrorosa racha de año y medio sin ganar fuera, eso sí, con demasiado sufrimiento ante un rival que huele a retirada prematura.
No quiero olvidarme de Migue Montes, un chaval vilipendiado y que, curiosamente, si no llega a ser por sus goles en Lleida y Manises no hubiésemos podido disfrutar de la Segunda División. Vamos Migue, ciérrales el pico a los bocachanclas. Un último detalle liguero, no me gusta que vayamos ganando y metamos un defensa por un atacante. Eso es de equipo pequeño y el Real Jaén es un grande.
Me preguntaréis por la Copa Diputación. Qué queréis que os diga, molesta perder como se perdió en Andújar pero la Liga es muchísimo más importante que estas pachangas.
En definitiva, nadie dijo que fuese fácil y si todos sumamos, plantilla, cuerpo técnico, directiva, medios y afición, (los haters, envidiosos y amargados que no molesten), no me cabe la menor duda de que éste será el inicio de un camino en el que dejaremos atrás las sombras y alcanzaremos la luz de la Liga de Fútbol Profesional.
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